Las últimas elecciones en América Latina demuestran que la izquierda retoma el poder en la región, lo que tiene mal a la derecha.
Este año 2021, las corrientes progresistas de izquierda en la región han retomado la posesión y conducción de los gobiernos gracias al apoyo fundamental de los pueblos.
Primero fue en Perú con Pedro Castillo, quien el pasado 28 de julio juró su cargo ante el Congreso del país, en Lima. En la segunda vuelta de las elecciones, Castillo se enfrentó a Keiko Fujimori, de Fuerza Popular (derecha), obteniendo una victoria por poco más de 44.000 votos, según el conteo de la Oficina Nacional de Procesos Electorales.
Le siguió la reelección de Daniel Ortega en Nicaragua, a quien el Consejo Supremo Electoral (CSE) proclamó oficialmente como presidente el 7 de noviembre en los comicios presidenciales y legislativos, en los cuales el gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN, izquierda) obtuvo más del 75% de respaldo.
Después continuó Honduras en donde se impuso Xiomara Castro, quien prestará juramento y tomará posesión el 27 de enero de 2022.
Y ahora en Chile, Gabriel Boric, quien se impuso en los comicios de este domingo con un 55,87% (4.614.469 votos) a su rival José Antonio Kast 44,13% (3.645.303 votos). De esta manera el izquierdista se convierte en el mandatario más joven que gobernará a este país.
“¿No les parece claro el mensaje de los pueblos latinoamericanos sobre sus demandas de justicia social y cambio de sistema económico? El 2022 le toca a los pueblos de Brasil y Colombia”, reflexionó la abogada y analista política internacional Laila Tajeldine.
Este año primero fue en #Perú, luego #Nicaragua y #Venezuela, después #Honduras y ahora #Chile, no les parece claro el mensaje de los pueblos latinoamericanos sobre sus demandas de justicia social y cambio de sistema económico? El 2022 le toca a los pueblos de #Brasil y #Colombia
— Laila Tajeldine (@LailaTajeldine) December 19, 2021