El nuevo presidente de la Asamblea Nacional en desacato, Juan Guaidó tiene un pasado manchado por guarimba, sangre y violencia.
El diputado en desacato, Juan Guaidó, quien fue nombrado presidente de la Asamblea Nacional en desacato, tiene tremendo rabo de paja en su historial de violencia. Un simple rastreo en la web, arroja de forma sencilla el expediente agresivo de este hombre que en su momento apoyó las sangrientas guarimbas del año 2017.
La mayor “raya” es haber sido mencionado como uno de los artífices de las guarimbas de 2014, que dejaron 43 muertos. Quien lo vendió como autor intelectual de aquel lúgubre episodio fue José Rafael Pérez Venta, acusado por asesinar y desmembrar a Liana Hergueta. Aparece de número 22, junto a joyas como Leopoldo López, María Corina Machado, Antonio Ledezma, David Smolansky y Juan Requesens entre otros.
En marzo de 2018, entrevistado por Globovisión, fue capaz de sugerir públicamente que se retomaran los formatos bélicos y mortales de los años 2014 y 2017. Por su mente no pasó nunca el llanto de los padres y madres que perdieron a sus hijas e hijos en aquellas bestiales jornadas.
En 2016 también apeló al llamado nada pacífico en las calles. Según un boletín de su partido Voluntad Popular, el sujeto conminó al pueblo a desbordarse en la vía pública como manera de presionar al Gobierno nacional. En ningún momento aludió a los instrumentos legales y constitucionales para lograr el objetivo.
En agosto de 2016 estuvo al frente de quienes incitaban a la toma de Caracas el 1ro de septiembre. Fue el causante de la ola de terror que durante meses se produjo anunciando una jornada que finalmente fue un fracaso total para los pocos esperanzados de aquella írrita convocatoria.
Redacción Lechuguinos