Foto: Lechuguinos.com

Al igual que Elliott Abrams, el representante especial de EEUU para Venezuela, el autoproclamado Juan Guaidó se dejó engañar por bromistas rusos.

El 20 de febrero Juan Guaidó afirmó haber hablado con el presidente de Suiza, pero en realidad parece haber conversado con los mismos bromistas telefónicos rusos que anteriormente le tomaron el pelo a Elliott Abrams, el representante especial de EEUU para Venezuela.

En un reportaje publicado por la cadena televisiva rusa Rossiya 24 se afirma que detrás de la figura del presidente suizo, Ueli Maurer, se encontraban en realidad Vovan (Vladímir Kuznetsov) y Lexus (Alexéi Stoliarov), quienes compartieron la grabación de la conversación. Sputnik contactó con los bromistas telefónicos para conocer más detalles sobre su conversación con el autoproclamado presidente encargado de Venezuela.

Según Vovan y Lexus, la charla telefónica ocurrió después de que el encargado de negocios de Venezuela en Estados Unidos nombrado por Guaidó, Carlos Vecchio, se comunicara con el ‘presidente de Suiza’ para proporcionarle los datos de contacto del diputado opositor y acordar una hora para la conversación.

Los bromistas destacaron que el presidente autoproclamado insistió en que el diálogo se llevase a cabo a través de WhatsApp o Skype, para evitar que fuera escuchado por alguien más.

En el transcurso de la conversación que tuvo lugar el 20 de febrero, los bromistas le aseguraron a Guaidó que el Gobierno suizo estaba dispuesto a bloquear las cuentas de Nicolás Maduro en los bancos de ese país, pero para ello haría falta una solicitud oficial.

A tal fin, los bromistas le enviaron a Guaidó un borrador de la solicitud en la cual incluso le proporcionaron una pista de lo que estaba ocurriendo. En el documento mencionaron un banco ficticio cuyo nombre está compuesto por sus apodos: «Lexus Vovanial Bank Ltd».

Lo que es más, también hicieron mención de la entidad ficticia Tender First Nurlan Baidilda Ltd. En la realidad solo existe la empresa Tender First, según le contó a Sputnik el propio fundador de la compañía, Nurlan Baidilda.

Precisamente a esta conversación se refirió Juan Guaidó cuando dijo que había conversado con el mandatario suizo Ueli Maurer sobre el bloqueo de los activos venezolanos en el país europeo.

Obviamente, el ministro de Exteriores de Suiza no tardó en desmentir las palabras de Guaidó y dijo que no hubo ninguna conversación entre Maurer y el autoproclamado presidente de Venezuela.

No obstante, a pesar de ello los bromistas lograron controlar la situación y ‘mantuvieron en la palma de sus manos’ a Guaidó y Abrams, según explicaron a Sputnik.

«Para no perder el control de la situación le escribimos a Abrams que Guaidó cometió un error al comunicárselo todo a la prensa. Al fin y al cabo, la investigación de las cuentas acababa de comenzar y los miembros del clan de Maduro podrían asustarse y sacar todo el dinero de Suiza. Supuestamente por eso hemos desmentido las palabras de Guaidó sobre la conversación telefónica», dijeron Lexus y Vovan a Abrams.

Por su parte, Elliott Abrams no tardó en responder que de ahora en adelante todo se mantendría en secreto y que le comunicaría a Guaidó «que su comentario fue un error que no debe repetirse».

Además, el representante estadounidense para Venezuela pidió que ‘el presidente suizo’ le informe en caso de que Guaidó tarde en enviar los documentos solicitados y prometió «darle un recordatorio».

Luego los bromistas contactaron con el embajador Vecchio, quien prometió que «esto no volvería a ocurrir» y le aseguró al ‘presidente suizo’ que ya Guaidó estaba elaborando el documento. De hecho, esa misma noche el ‘encargado de negocios’ envió el documento firmado por Juan Guaidó.

En dicho documento, escrito en español e inglés, el autoproclamado presidente solicita que se bloqueen las cuentas de Nicolás Maduro en los bancos suizos, incluido el banco ficticio Lexus Vovanial Ltd.

Curiosamente, según cuentan los bromistas, Abrams se ofreció a conversar nuevamente con Guaidó para asegurarse de que mantuviera todo el asunto en silencio. 

Redacción Sputnik