Un informe revela que la campaña de Donald Trump pagó millones de dólares por organizar el acto que condujo el asalto al Capitolio.
La campaña de Trump pagó más de 2,7 millones de dólares durante dos años a personas y empresas que organizaron la protesta del pasado 6 de enero que llevó a los alborotadores a asaltar al Capitolio de EE.UU., según un reporte de The Center for Responsive Politics citado el viernes por Bloomberg.
Los pagos, que abarcan la campaña de reelección de Trump, muestran una relación financiera en curso entre los organizadores de la manifestación y la operación política de Trump, agregó el portal estadounidense.
Todos se realizaron hasta el 23 de noviembre, la fecha más reciente cubierta por los archivos de la Comisión de Elecciones Federales (FEC, por sus siglas en inglés), que es antes de que se anunciara públicamente la manifestación.
La fuente citó otro reporte de la agencia estadounidense de noticias The Associated Press (AP), según el que, en el permiso para la manifestación, emitido por el Servicio de Parques Nacionales, se nombran ocho funcionarios de la campaña de Trump incluida Maggie Mulvaney, la sobrina de Mick Mulvaney, el exjefe del Gabinete del magnate que renunció a su puesto como enviado especial a Irlanda del Norte después del ataque al Capitolio; Maggie recibió 138 000 dólares de la campaña hasta el 23 de noviembre.
Sin embargo, el mayor receptor de fondos de campaña fue la empresa de cabildeo Event Strategies Inc., a la que la campaña de Trump y el comité conjunto de recaudación de fondos entregaron más de 1,7 millones de dólares para organizar y negociar todos los permisos con las entidades federales de la municipalidad de Washington D.C., la capital.
Tal y como indica Bloomberg, los propietarios de la empresa, Justin Caporale y Tim Unes, se desempeñaron como director de producción del mitin y director de escena, respectivamente.
A pocos días de dejar el cargo, la arenga del presidente a sus simpatizantes para que marcharan al Capitolio, cuando los legisladores se aprestaban a certificar el triunfo de Joe Biden en las elecciones del pasado noviembre, le valió la condena nacional e internacional e innumerables peticiones a un nuevo impeachment (juicio político).