La campana electoral del presidente estadounidense, Donald Trump, ha emitido este 22 de noviembre un comunicado en el que se ha distanciado de la abogada Sidney Powell, que previamente culpó al fallecido mandatario venezolano, Hugo Chávez, y al «dinero comunista» del supuesto fraude electoral en EE.UU.
«Sidney Powell está ejerciendo la abogacía por su cuenta. No es miembro del equipo legal de Trump. Tampoco es abogada del presidente a título personal», reza una declaración del abogado de Trump, Rudy Giuliani, y la abogada y asesora jurídica superior de la campaña del mandatario, Jenna Ellis.
A mediados de noviembre, el propio inquilino de la Casa Blanca se refirió a Powell como miembro de su equipo. «¡Rudy Giuliani, Joseph diGenova, Victoria Toensing, Sidney Powell y Jenna Ellis. Un equipo verdaderamente grande, añadido a nuestros otros abogados y representantes maravillosos!», escribió entonces en su cuenta personal de Twitter.
La declaración de la campaña de Trump llega días después de que se celebrara una rueda de prensa en la que Powell aseguró que tienen conocimiento de «la influencia masiva del dinero comunista a través de Venezuela, Cuba y, probablemente China, y la interferencia» con los comicios estadounidenses.
De acuerdo con Powell, Chávez habría coordinado la creación de un sistema de votación y un software para asegurarse de que «nunca perdería una elección». Esta tecnología habría sido usada durante el conteo de votos en las pasadas elecciones en EE.UU., según sus palabras.
Desde Venezuela y Cuba desmintieron las alegaciones al respecto. El canciller venezolano las calificó de «ridículas», mientras que su homólogo cubano, Bruno Rodríguez, tuiteó que, «en contraste con la política actual del Departamento de Estado de EE.UU., Cuba no interfiere en el proceso electoral de otros países».