Aranceles impuestos por Trump a las importaciones harán a que industrias que trabajan con esos materiales generen productos cada vez más costosos y menos competitivos.
La guerra comercial emprendida por Trump contra México, Canadá y la Unión Europea al imponer aranceles a las importaciones de acero y aluminio pone en riesgo a decenas de miles de empleados.
Analistas financieros aseguran que el número podría sobrepasar los 146 mil puestos que están en riesgo. Ciertamente, los aranceles protegerían el empleo de quienes trabajan en la industria siderúrgica de EE.UU., pero ese es un número mucho menor al de los que se perderían.
Esto debido a que, existen una gran cantidad de empleos generados por las industrias que fabrican artefactos o maquinaria con acero importado, como es el caso de la industria de los automóviles.
Asimismo, los empresarios tendrían que pagar más por la materia prima, generando productos más costosos y menos competitivos, obligándolos a recortar puestos de trabajo, explican economistas y gerentes de la propia industria.
Trade Partnership, un grupo consultor económico, estimó en marzo pasado que en Estados Unidos se perderán cinco puestos de trabajo por cada uno que se salve con los aranceles propuestos.
En este sentido, Laura Baughman, presidenta del mencionado grupo, declaró que las pérdidas van a ser aún mayores que las estimadas anteriormente, porque sólo Australia, Argentina, Brasil y Corea del Sur estarán eximidos de aranceles.
«Lo más alarmante ahora es que las importaciones de Canadá y México también se verán afectadas, incrementando el impacto sobre el consumidor y el empleo más allá de lo que estimamos en marzo pasado», dijo.
Redacción Lechuguinos