Tomás Guanipa sigue de manera revoltosa desacatando no sólo al TSJ sino también la Constitución.
Tomás Guanipa vuelve con su posición alocada y de rebeldía pues irresponsablemente sigue aferrado a la idea de seguir lanzando piedras, patadas y bombitas, borrando de la faz de la tierra el sagrado derecho colectivo a la paz.
Como dominado por la insensatez retó, como ya es su costumbre a la autoridad. En este caso, al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), y a la mismísima Constitución de la República Bolivariana de Venezuela expresando que “no hay sentencia que nos saque de la calle”, en clara alusión a la resolución que el 17 de noviembre emanó del TSJ sobre el derecho a manifestar, siempre y cuando se adhiera a la normas que regularizan este acto.
“No acatamos una sentencia que nos impida estar en cualquier parte”, precisó de manera grosera y seguidamente dio tremenda patada a la Mesa de Diálogo en donde entre otras cosas se había aceptado el respeto al máximo ente de la Justicia en Venezuela.
La insolencia de Guanipa raya abiertamente en la subversión cayendo en la desobediencia del artículo 68 de la Carta Magna. La letra constitucional dice de la siguiente manera: “Los ciudadanos y ciudadanas tienen derecho a manifestar, pacíficamente y sin armas, sin otros requisitos que los que establezca la ley. Se prohíbe el uso de armas de fuego y sustancias tóxicas en el control de manifestaciones pacíficas. La ley regulará la actuación de los cuerpos policiales y de seguridad en el control del orden público”.
Redacción Lechuguinos.