Stalin González es uno de los más ambiciosos de la derecha y ahora quiere ser presidente ilegal de Venezuela. Hasta ahora, González ha decidido libremente actuar con notable irracionalidad. Está sonando como el sustituto -en una presidencia imaginaria- de Juan Guaidó.
Desde que este diputado de la extinta Asamblea Nacional asumió en Oslo y Barbados el liderazgo de la comisión la oposición en el diálogo con el gobierno constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, se vio más en los medios, solo que sus declaraciones distan de ser las más inteligentes.
Recordemos una de sus últimas declaraciones: «Estamos mal, pero vamos bien», González se caracteriza por ser persistente, pidió a los representantes de gobierno de Maduro que no abandonaran el diálogo, pues es la única vía para salir de esta crisis.