Senadores colombianos consideran que la presencia de tropas estadounidenses en su país tiene como objetivo una confrontación internacional.
En un debate del Congreso para escuchar al ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, sobre la acción en el país de militares del Ejército de Estados Unidos, el senador izquierdista Iván Cepeda indicó el miércoles que la llegada de las tropas estadounidenses al país suramericano sin el consentimiento del Congreso, demostrará la responsabilidad del Gobierno del presidente colombiano, Iván Duque, en ese propósito, situación que mantiene preocupados a la mayoría de los senadores.
Según el representante, la imposición de la “presencia ilícita e ilegítima” de tropas estadounidenses en el territorio colombiano es una violación de la Constitución del país y su soberanía, al explicar que el arribo de estos militares son una amenaza a sectores populares. Así que, representa una agresión contra comunidades campesinas en extensas zonas del país.
“La Fuerza Especial que trae Estados Unidos a Colombia vendría para una eventual confrontación internacional y entrar en alianzas con grupos irregulares (…) los líderes de la extrema derecha colombiana se alientan con dirigentes de la extrema derecha en Washington”, enfatizó.
Por su parte, los senadores Antonio Sanguino y Gustavo Petro reiteraron que la decisión se ha tomado mientras que Duque nunca informó al Congreso sobre eso, por lo que se considera una violación de la Carta Magna del país.
Entretanto, el ministro Holmes Trujillo reclamó la semana pasada que la llegada de militares de EE.UU. no debió ser aprobada por el Congreso porque vinieron a tareas de capacitación sobre la lucha frontal contra el narcotráfico y no a participar en operaciones militares concretas.
Petro, a su vez, aclaró que los estadounidenses están disfrazando la acción con la lucha al narcotráfico, mientras que “quieren el petróleo de Venezuela”.
El Gobierno de EE.UU. informó a finales de mayo del envío de unos 800 militares al territorio colombiano, so pretexto de combatir el tráfico de drogas. Tal medida ha generado una ola de críticas por varios partidos y organizaciones. Asimismo, ha provocado la preocupación de los activistas colombianos que la asocian a la coyuntura geopolítica que vive la región y a las medidas coercitivas de EE.UU. contra Venezuela, con el apoyo de Colombia.
Las tensiones entre Caracas y Bogotá se avivaron a principios de mayo, cuando el Gobierno venezolano denunció haber desarticulado un intento de ataque terrorista vía marítima, planeado por del presidente de EE.UU., Donald Trump, con la complicidad de su homólogo colombiano, para “asesinar” al legítimo presidente venezolano, Nicolás Maduro.
Redacción Lechuguinos-HispanTV