Senadores gringos presentaron una resolución donde continúa sus acciones injerencistas contra el Gobierno venezolano y las elecciones presidenciales pautadas para el 22 de abril
La misiva propuesta por 11 Senadores gringos al Congreso pretende imponer condiciones para llevar a cabo las elecciones presidenciales en Venezuela; ésta establece que los comicios serán catalogados como “ilegítimos”, si no cumplen con “las normas internacionales establecidas”, es decir, si no contempla los caprichos de la derecha por exigencia del gobierno de Trump.
Los legisladores que presentaron la solicitud fueron: Bill Nelson (Florida), Dick Durbin (Illinois), Bob Menéndez (Nueva Jersey), Ben Cardin (Maryland), Chris Van Hollen (Maryland), Patrick Leahy (Vermont), Chris Coons (Delaware), Jack Reed (Rhode Island), Michael Bennet (Colorado), Tim Kaine (Virginia) y el senador independiente por Vermont, Bernie Sanders.
Por si fuera poco, pide al Gobierno posponer las elecciones presidenciales hasta cumplir condiciones mínimas que ellos establezcan, violando abiertamente la autoridad e institucionalidad del Consejo Nacional Electoral (CNE), además de esto, solicitan que invitados internacionales asistan al evento como observadores, procedimiento que ya ha sido realizado por el órgano electoral venezolano, bajo su propio criterio.
Entre otras solicitudes, piden que “el Consejo Nacional Electoral esté dirigido y atendido por miembros no partidistas que tengan la confianza de todas las partes en disputa” y que “los partidos de oposición y los candidatos sean libres de competir pacíficamente en las elecciones sin amenaza de arresto, hostigamiento o represalia”.
Dentro de todo el episodio injerencista, los miembros del gobierno estadounidense acusan al chavismo de utilizar los alimentos que distribuyen a través de los Comité Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), como estrategia para ganar los comicios y piden que todos los votantes venezolanos, incluidos aquellos que residan fuera de Venezuela, puedan participar en las elecciones, medida que no puede ejecutarse por las leyes que se mantienen en otros países sobre las condiciones que deben tener los extranjeros para votar, incluso en elecciones del país de origen.
En general, es otro atentado a la institucionalidad venezolana al querer imponer sus condiciones para no sabotear el proceso electoral, donde saben que la derecha no tien oportunidad de ganar al no presentar candidato ni propuesta política.
Redacción Lechuguinos