El presidente de Rusia, Vladímir Putin, advirtió este jueves que la escalada de sanciones contra su país, representan una crisis económica global.
El líder ruso señaló que varios países ya se están enfrentando a las amenazas del hambre, si las sanciones contra Rusia continúan.
Indicó que la Unión Europea también puede encontrar consecuencias que serían difíciles de revertir.
«La culpa de esto recae total y completamente en las élites de los países occidentales que, en aras de preservar su dominación global, están dispuestas a sacrificar al resto del mundo», declaró Putin.
A su vez, Rusia está enfrentando con confianza los desafíos externos, agregó el mandatario ruso; esto gracias a la política macroeconómica responsable de los últimos años como a las soluciones sistémicas para reforzar la soberanía económica y a la seguridad tecnológica y alimentaria.
«Nuestras compañías de producción están llenando gradualmente nichos de mercado interno liberados después de que socios sin escrúpulos se fueron; incluidos bienes básicos, equipos industriales y de servicios, maquinaria de construcción y agrícola», enfatizó Putin.
Arsenal para asfixiar a Rusia
Desde la operación militar desplegada por Rusia en Ucrania, Occidente ha enfilado un arsenal de medidas coercitivas contra El Kremlin, entre ellas destacan:
Desconexión parcial de Rusia del sistema SWIFT, la congelación de sus reservas internacionales, el embargo sobre la importación de algunos agentes energéticos, así como el cierre del espacio aéreo, puertos y carreteras para transportistas rusos.
Según la base de datos Castellum.AI, Rusia es ahora el país más castigado por las sanciones, por delante de Irán, Siria, Corea del Norte y Venezuela.
Desde mediados de febrero pasado se activaron más de 7 mil 600 nuevas medidas restrictivas en relación con Rusia, en adición a las más de 2 mil 750 que ya estaban en vigor.
Cientos de empresas anunciaron desde finales de febrero la decisión de suspender sus negocios en y con Rusia.
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