Rusia promete dar una respuesta “fuerte” y “dolorosa” a las sanciones de EE.UU., anunciadas tras el reconocimiento de la independencia de Lugansk y Dontesk.
“Que no haya ninguna duda: habrá una respuesta fuerte a estas sanciones, no necesariamente simétrica, pero bien calculada y dolorosa para Estados Unidos”, ha afirmado este miércoles el Ministerio ruso de Asuntos Exteriores en un comunicado.
De esta forma, Moscú responde a la batería de sanciones estadounidenses, anunciadas el martes por el presidente de EE.UU., Joe Biden, en reacción a los decretos que firmó su homólogo ruso, Vladimir Putin, en los que reconoce la independencia y la soberanía de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, situadas en la región del Donbás, en el este de Ucrania.
Biden informó, entre otras sanciones, del bloqueo a “las vías de financiación de la deuda soberana de la Federación Rusa”, y dejó abierta la puerta a nuevas medidas coercitivas en caso de que aumenten las tensiones en Ucrania.
El Ministerio ruso destaca en su nota que Rusia ha demostrado que, con todo el costo que implican las sanciones, es capaz de minimizar el perjuicio que causan al país. Agrega que la presión de estas medidas punitivas no puede influenciar la voluntad de Rusia de defender firmemente sus intereses.
Rusia ha denunciado que ve una forma de “chantaje y una intimidación” en las medidas coercitivas de Washington, aunque sigue abierta a una diplomacia basada en los principios del respeto mutuo, la igualdad y la consideración de los intereses mutuos, según se lee en el texto de la Cancillería rusa.
Entretanto, pese a la cascada de sanciones anunciadas en la víspera por los occidentales, el mandatario ruso ha dejado claro que no cederá en sus exigencias y ha prometido que “los intereses y la seguridad” de sus ciudadanos “no son negociables”.
El reconocimiento de Rusia a la independencia de Donetsk y Lugansk, para evitar un genocidio por parte de Kiev, ha desencadenado una ola de medidas contra el país euroasiático por parte de los aliados de Ucrania. Hasta el momento han anunciado sanciones la Unión Europea (UE), Japón, Australia, Canadá, Alemania y el Reino Unido.
Una reacción que puede jugar en contra es la congelación por parte de Berlín de la certificación del gasoducto ruso Nord Stream II, que ya está terminado, y que iba a aumentar el flujo de energía de Rusia hacia Alemania.