Al momento que la llamada “otra caravana” se acercó a la frontera entre Guatemala y México, las autoridades entraron en modo represión.
Sin importar la presencia de niños, las autoridades mexicanas usaron la fuerza para impedir el paso de los migrantes centroamericanos y dicho episodio de represión dejó el saldo de un muerto.
Luego que los migrantes se negaron a aceptar el sospechoso acuerdo del Gobierno de México que les ofrecía ingresarlos a refugios y darles un permiso temporal de trabajo, las cosas se tornaron violentas.
Con perdigones y gas lacrimógeno dispersaron a las personas que se disponían a cruzar la frontera, empezando a caer los heridos.
Henry Díaz, de 26 años, fue impactado por una bala de goma en el cráneo y falleció cuando era trasladado a un centro asistencial.
Asimismo, hubo varios niños intoxicados por el gas así como heridos de balas.
Los migrantes que se encuentran escapando de la crisis social que viven los países centroamericanos, esperan llegar a Estados Unidos, donde Trump ya dispuso una enorme cantidad de militares que impedirán su ingreso.
Redacción Lechuguinos