El procurador imaginario de Guaidó, José Ignacio Hernández, presentó su renuncia, debido a un escándalo de 20 millones de dólares.
Ante el robo descarado, por parte de Guaidó, el procurador imaginario, José Ignacio Hernández, nombrado por el autoproclamado, pidió que también le dieran su tajada de 20 millones de dólares y al negárselos, decidió poner su renuncia.
Mediante una carta, publicada por medios de la derecha, Hernández, asegura que “un gobierno que no ejecute gastos –con todos los controles imperativos y bajo el principio de la rendición de cuentas- no es un Gobierno”.
Además dijo que la no entrega de este dinero, puso aún más en riesgo la “protección de los activos de la nación”, lo que hace entender que él, para poder cubrir sus gastos, se dejó comprar por las transnacionales, como es el caso de Crystallex, en donde le permitió que ganara una demanda en contra de Citgo.
Este escándalo, se suma a la cantidad de casos de corrupción y robos que involucra al delincuente de Juan Guaidó y su combo, que solo se han robado los reales que han recibido y han dejado a un gentío por fuera.
como se recordará José Ignacio Hernández, procurador de Guaidó, fue el que asesoró a la Crystallex para despojar a la empresa estatal venezolana Citgo de sus activos.
El procurador “especial” nombrado por Juan Guaidó, José Ignacio Hernández, fue contratado por la minera canadiense Crystallex para embargar los activos de Citgo en Estados Unidos en 2017.
El docente de la Universidad Católica Andrés Bello y de la Universidad Monteávila, habría servido como un “experto pagado” por los canadienses para que en su experticia como abogado constitucional demostrase la relación del Estado venezolano con la empresa Citgo.
Al momento que la “junta ad hoc” de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) en EEUU presentara una apelación en contra del embargo de los activos de Citgo, el mismo documento firmado por el hoy “procurador” de Guaidó fue utilizado en contra de sus intereses.
Hernández, además, es investigador para la Universidad de Harvard, socio del bufete de abogados Grau, García, Hernández y Mónaco, donde uno de los clientes más destacados es Empresas Polar.
Redacción Lechuguinos
