Políticos y empresarios colombianos quedaron al descubierto, por ocultar sus fortunas en paraísos fiscales.
Expresidentes, políticos, empresarios, clanes familiares y hasta el director de impuestos de Colombia figuran en la información revelada por la prensa. ¿Qué impacto podría tener la publicación frente a los contribuyentes?
La revelación del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación —ICIJ, por sus siglas en inglés— de los Papeles de Pandora, la información financiera de paraísos fiscales en la que resultaron salpicados expresidentes, políticos, empresarios, deportistas y artistas, desató una conmoción en Colombia.
Si bien tener dineros en el exterior no es un delito, se generan suspicacias alrededor de la práctica porque dichos recursos son depositados en sitios en donde la legislación tributaria es blanda o hay alto nivel de secretismo, lo cual contribuye a la evasión impositiva.
En Colombia, la investigación fue liderada por el diario El Espectador, de Bogotá, que ya ha publicado los nombres de varias de las personas que figuran en los papeles, como la actual vicepresidenta, Marta Lucía Ramírez; la ministra de Comercio, Ángela María Orozco; los expresidentes Andrés Pastrana (1998-2002) y César Gaviria (1990-1994), y varios clanes familiares, grupos empresariales y multimillonarios.
El país latinoamericano es un caso particular porque entre los 588 ciudadanos mencionados está el director de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN), Lisandro Junco Riveira, quien en 2016 creó en Delaware la empresa Cyber Security System Company Subsidiary Florida EEUU LLC, junto con su esposa.
En pocas palabras, lo que más ha llamado la atención es que la cabeza de la entidad encargada de la fiscalización de las riquezas en Colombia saliera mencionada en una publicación sobre la posible utilización de estos lugares geográficos para evadir impuestos o esconder dineros.
Junco Riveira le respondió a El Espectador y aseguró que la creación de dicha empresa en Estados Unidos tuvo como objetivo evitar la doble tributación, o sea, pagar impuestos en Norteamérica y Colombia.
«Si yo recibía un peso, tenía que pagar un peso en Estados Unidos y un peso en Colombia. ¿Qué se hace? Se establece una sociedad, la que iría a tributar (…) Porque si Lisandro Junco llegaba a Miami y recibía ingresos por asesoría jurídica, asesoría en seguridad, revisión de documentos, tenía que tributar en Colombia por los ingresos que obtuvo en Miami. Por eso creamos un residente, una corporación no adquirida», le dijo el director de la DIAN a ese periódico.
Sobre el asunto también se pronunció el presidente colombiano, Iván Duque Márquez, al decir que tener cuentas en el exterior no representa ningún tipo de delito, pero que, en todo caso, «todo el que tenga activos en el exterior, sea quien sea, tiene que estar declarado».
El caso tiene tanto de ancho como de largo y diariamente se conocen nuevos nombres. No obstante, el debate en Colombia está servido porque podría incidir en un país con una precaria cultura del pago de impuestos y, de por sí, el recaudo es bastante bajo respecto de otros países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
¿Qué se quiere ocultar en el exterior?
Sobre el capítulo colombiano de los Papeles de Pandora, el profesor Jairo Orlando Villabona, experto en temas tributarios de la Universidad Nacional de Colombia y doctor en Ciencias de la Gestión de la Université de Rouen (Francia), cuestionó la aparición de los ricos colombianos en los documentos.
«Es grave porque no es lógico que usted tenga 100 millones de pesos colombianos [26.480 dólares], los quiera convertir a dólares y los lleve a las Bahamas o a las Islas Caimán. Eso es ridículo. ¿Por qué no los llevó a Miami o Nueva York? Y es delicado que el director de la DIAN aparezca porque afecta la percepción de los ciudadanos, si se supone que es él quien hace ese control», comenta Villabona a Sputnik.
El académico agrega que, aunque no es una excusa válida, muchos ciudadanos podrían asumirla como una razón para evitar el pago de impuestos: «En Colombia falta penalizar la evasión, porque es de los pocos países del mundo que no tiene cárcel para ese delito».
Además, asegura que quienes llevan sus negocios a paraísos fiscales lo hacen con la clara intención de ocultar algo, pues, son lugares que se caracterizan por la opacidad en la información.
En eso concuerda César Ferrari, profesor de Economía de la Universidad Javeriana, quien en declaraciones para el diario Portafolio anotó que quienes no quieren dar explicaciones sobre determinados recursos acuden a paraísos fiscales.
«Muchas veces se utilizan de refugio de dineros mal habidos, porque generalmente los paraísos son poco transparentes y, muchas veces, a pesar de tener acuerdos con los gobiernos de otros países, no dan información satisfactoria sobre esos dineros», dijo Ferrari a ese portal.
Ciertamente, Villabona también cuestiona que Colombia, que tiene acuerdo de intercambio de información financiera con varios países, no lo tenga con algunos territorios en donde esta es poco transparente.
«Hay países con los que Colombia no tiene acuerdo de intercambio automático de información sobre los colombianos que tienen negocios o recursos en esos territorios. Para poner un ejemplo, Francia obliga a Panamá a que envíe información de los franceses con bienes o empresas allí y las rentas que generan», concluye Villabona.
¿Qué tantos impuestos se pagan en Colombia?
Si bien las autoridades son las encargadas de determinar si existe algún delito en los casos particulares de tenencia de recursos en los sitios mencionados por los Papeles de Pandora, la pregunta es cómo cae esta información en un país en el cual los ciudadanos consideran que pagan muchos impuestos, pero la realidad dice otra cosa.
En febrero de este mismo año, el Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana de Bogotá señaló que en Colombia se pagan pocos tributos. La comparación mostró que en Colombia el recaudo equivale al 19,8% del producto interno bruto (PIB) del país, mientras que el promedio en América Latina y el Caribe es del 22,7% y en los países de la OCDE es del 34,3%.
En ese momento, Luis Carlos Reyes, director de ese observatorio, manifestó que Colombia, además, había adoptado políticas recientes, como la reforma tributaria de 2018, en la que se disminuyeron las tarifas de rentas para las organizaciones. Las informaciones que indican que las empresas pagan poco han sido, por supuesto, controvertidas por los empleadores y, según la Asociación Nacional de Empresarios (ANDI), la carga tributaria es mucho más alta.
No obstante, en ese debate también entra a jugar lo que consideran los ciudadanos. Un estudio sobre cultura tributaria de la encuestadora Cifras y Conceptos, de abril de 2021, reveló que, por ejemplo, 49% de los colombianos estaba de acuerdo con aumentar impuestos a las riquezas para financiar el gasto social generado por la pandemia del COVID-19.
También hubo un porcentaje importante (31%) que consideró que se debían subir impuestos a los dueños de las empresas y a las empresas (29%). Es decir, una parte no despreciable del país manifestó que los ricos debían pagar más.
Los nombres de los colombianos en los Papeles de Pandora salen a cuenta gotas, pero los que ya han sido mencionados se han visto obligado a dar explicaciones a la opinión pública para intentar dejar claro que sus recursos en territorios offshore están debidamente declarados a las autoridades y no son dineros mal habidos.