La policía de Duque reprimió una vez más a manifestantes antigubernamentales en Bogotá, denuncian grupos de DD.HH.
El Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad), la Policía de Duque, cargó en los últimos días contra ciudadanos que mantienen un bloqueo, en el Portal de las Américas, un barrio situado al oeste de la capital y donde más disturbios se han registrado durante las protestas que comenzaron el 28 de abril, en el marco de un paro nacional en rechazo a las políticas neoliberales del presidente Iván Duque.
Conforme a organizaciones civiles, decenas de muertos y heridos es el saldo que han dejado los actos represivos del Esmad cometidos cada noche en los últimos días en varios sectores de Bogotá.
Entre el martes y el jueves, dos jóvenes perdieron la vida en las localidades de Usme y Suba, como consecuencia de la brutalidad con que actúan los agentes de policía. El 21 de junio, Jaime Alonso Fandiño, de 32 años, recibió un impacto en el pecho con un objeto contundente, al parecer, durante enfrentamientos entre manifestantes y policías y, el 22 de junio, en medio de disturbios en Suba, el joven Cristian David Castillo, de 23 años, murió luego de recibir el impacto en la cabeza de una de las cápsulas aturdidoras manipuladas por el Esmad.
Además, un motociclista murió el viernes por la noche en el Portal de las Américas, rebautizado como Portal de la Resistencia, después de que un cable tensionado que estaba atravesado en una vía le causara una herida fatal en el cuello.
Este sábado, la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, los dos primeros fallecimientos podrían estar relacionadas con “las presuntas violaciones a los protocolos por parte de algunos miembros” de la policía élite Esmad.
En una declaración pública, la jefa edil ha ordenado que se suspenda cualquier actividad de aglomeración sobre el Portal de las Américas y sobre el Portal de Suba (norte), dos de los principales sitios de protestas en la ciudad capitalina.
Entre tanto, defensores de los derechos humanos y civiles recuerdan que los participantes de las protestas sociales no deben ser víctimas de violencia mortal y los agentes de seguridad tienen que seguir los protocolos establecidos para su intervención. Asimismo llaman a las autoridades para que no se le siga dando tratamiento de guerra a la protesta social.
Colombia vive un estallido social desde hace más de dos meses, con manifestaciones diarias que tienen su origen en el rechazo de medidas económicas, las cuales fueron retiradas. Sin embargo, las protestas no han parado y los manifestantes exigen ahora una reforma de la policía y un Estado más solidario para lidiar con los estragos económicos, acentuados por la pandemia de la COVID-19.
El Gobierno colombiano para sofocar las movilizaciones en todo el país ha recurrido al uso excesivo e innecesario de la fuerza por parte de policías y militares, lo ha provocado tristes episodios de violencia que registran las cámaras de los reporteros que cubren tales manifestaciones.