Una red terrorista, apoyada por la derecha, cuyo objetivo era atacar cuarteles militares y causar un ‘baño de sangre’, fue desarticulada por las autoridades.
El ministro de Comunicación de Venezuela, Jorge Rodríguez, ha denunciado este sábado que el líder opositor Juan Guaidó tenía pensado tomar este domingo 15 de diciembre, varios cuarteles militares, entre ellos el Cuartel General Gran Mariscal Sucre y el Comando 53 de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), ambos en el estado de Sucre.
“Tengan la certeza que capturaremos a todos los implicados en el plan terrorista que buscaba enlutar a Venezuela, para ocultar los actos de corrupción en los que están envueltos los miembros de la derecha venezolana”, ha dicho Rodríguez en rueda de prensa.
La acción terrorista estaba encabezada por la diputada opositora suplente Yanet Fermín, conocida en la banda bajo el seudónimo “Manuelita”; el diputado suplente Fernando Orozco, alias Oro Negro, junto con los opositores venezolanos que se encuentran en Colombia, Lester Toleto y Josnar Baduel, y dos funcionarios de la policía del estado de Sucre, Sixto Salamanca y José Miguel Yéguez.
Como pruebas, Rodríguez ha presentado un diagrama y audiovisuales de los implicados, entre los que se encuentra también el coordinador nacional del partido Voluntad Popular, Leopoldo López.
Asimismo, ha revelado que la acción terrorista estuvo coordinada desde la ciudad colombiana de Cúcuta y se pretendía, con el apoyo del presidente de Colombia, Iván Duque, ingresar 300 fusiles de asalto y efectivos paramilitares para generar un enfrentamiento armado y un “baño de sangre”.
Rodríguez ha expresado que la acción fue impedida gracias a trabajos de los cuerpos de inteligencia del Estado venezolano, ya que tenía personas infiltradas en el grupo terrorista, por lo que se pudo desarticular el plan criminal.
“La intención era crear otro falso positivo y hacer ver a la opinión pública internacional que en Venezuela reina el caos para así facilitar la llegada de tropas extranjeras”, ha explicado el ministro.
Las relaciones entre Bogotá y Caracas se han deteriorado en los últimos años de manera considerable. Colombia secundó a Estados Unidos en su decisión de reconocer al golpista Juan Guaidó, quien en enero se autoproclamó “presidente interino” del país.
Maduro, que también ha denunciado en varias ocasiones la subordinación de Bogotá a Washington, rompió en febrero las relaciones con Colombia, tras acusar a Duque de apoyar los planes golpistas de la oposición venezolana.
Redacción Lechuguinos-HispanTV