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Foto: Lechuguinos.com

El Parlamento de Costa Rica aprobó el día de ayer una moción de censura en contra del presidente Maduro

El Parlamento de Costa Rica aprobó el día de ayer una moción de censura en contra del presidente Maduro y un fuerte llamado para que el poder ejecutivo de ese país presione por la aplicación de la Carta Democrática a Venezuela. ¿Quiénes encabezaron esta votación? ¿Por qué el poder legislativo de Costa Rica emite esta declaración oficial para intentar aislar a Venezuela?

Se mueven los peones en el tablero

Desde que Luis Almagro recibiera la petición formal por parte de la directiva de la Asamblea Nacional para la aplicación de la Carta Democrática a la nación venezolana el pasado 19 de mayo, es la primera vez que una instancia legislativa de un país de la región emite una declaración oficial con el objetivo de presionar frontalmente la ejecución de dicho instrumento, incluso más allá del recibimiento que dieran las directivas de los poderes legislativos de Brasil, Chile y Uruguay a la delegación de la MUD (encabezada por el empresario bachaquero Luis Florido de Voluntad Popular y presidente de la Comisión de Política Exterior de la AN), para mostrarse a favor de apoyar las gestiones de Luis Almagro a finales de abril.

Pero, ¿por qué el Parlamento de Costa Rica es la primera institución política dar el salto hacia adelante a tan sólo días de que Luis Almagro presente un informe para criminalizar a las legítimas autoridades del país? Costa Rica (con el apoyo de Luis Guillermo Solís) fue la sede de la III Cumbre de la Celac a finales del año 2015, la cual sentó un precedente internacional de apoyo político hacia el chavismo cuando precisamente la guerra cruzaba el punto por la troncal de la económico. Washington intentó minimizar, con Joe Biden como protagonista, los efectos políticos de aquella cumbre instalando una reunión paralela días antes sobre el tema energético, en la cual declaró: «Ya sea en Ucrania o en el Caribe, ningún país debería poder usar sus recursos naturales como método de coerción». El objetivo de boicotear internacionalmente el despliegue de Venezuela en el Caribe y presionar para que el ejemplo de Ucrania -como factor de desestabilización regional y revolución de color para cercar a objetivos superiores, en este caso Rusia- que enuncia Biden se aplique efectivamente en Venezuela, lo cumple a cabalidad el Parlamento de Costa Rica, comandado concretamente por empresarios y corruptos de oposición al gobierno de Solís.

El presidente Maduro acaba de concluir dos visitas oficiales por Jamaica y Trinidad y Tobago para reforzar la presencia geopolítica del país en un área que será definitoria para una eventual elección de la OEA sobre la aplicación de la Carta Democrática a Venezuela.

Es en ese marco que el Parlamento de Costa Rica, como vasallo Washington, se afilia automáticamente a la estrategia promocionada por Biden (ligado a los intereses de la Corporación Chevron) y la política exterior estadounidense para quebrarle el espinazo a Petrocaribe. Antes de la visita del presidente Maduro, específicamente el 4 de mayo, Joe Biden volvió a montar otra «cumbre» paralela en Washington sobre el tema energético con todos los países que se encuentran articulados a Petrocaribe. El chantaje político y financiero aplicado en esa y anteriores reuniones, que principalmente buscan fracturar los consensos y las bases de apoyo que ha macerado durante décadas el chavismo en el eje caribeño, se expresa por sí solo en el informe de la reunión: «Las soluciones regionales, con la fortaleza combinada de nuestros socios en las instituciones financieras internacionales, los donantes bilaterales y multilaterales y los innovadores del sector privado, pueden abrir las puertas del futuro de energías eficientes, sostenibles y asequibles».

Con la presencia de funcionarios del Banco Mundial y gestores de las corporaciones petroleras en dicho evento, se garantizaba viabilidad financiera de las deudas a futuro, las enormes comisiones en el negocio y las migajas del libre mercado a cambio de abandonar la dignidad latinoamericana que encarnó Chávez con Petrocaribe y apoyar a la órbita de vasallos de Washington en la OEA.

Es este el escenario de chantajes y presiones a todos los países del Caribe para que asuman una postura antivenezolana en la OEA, que el poder legislativo de Costa Rica cumple con su labor de peón tercerizado para restarle preponderancia geopolítica a las reuniones bilaterales y acuerdos de cooperación energética que realizó el presidente Maduro con Jamaica y Trinidad y Tobago.

Minimizar mediática y políticamente las visitas del presidente Maduro por el Caribe es el objetivo táctico de la moción aprobada por el Parlamento de Costa Rica, además de agregarle el aliño simbólico de ser en un país donde la Celac (la contraparte de la OEA) tuvo su penúltima cumbre.

¿Quiénes fueron los artífices de la moción del Parlamento de Costa Rica?

  • Los tres principales partidos con mayor representación parlamentaria en Costa Rica son el Partido Liberación Nacional, la Unidad Social Cristiana y el Movimiento Libertario. El jefe del primero de ellos que también es el presidente del Parlamento, Antonio Álvarez Desanti, es un poderoso empresario del país con negocios en el campo de la distribución de alimentos, turismo, comidas rápidas, gestión de activos financieros, transporte y compra y venta de activos inmobiliarios. Su empresa, Corporación Álvarez y Marín, que también tiene negocios en Panamá, tiene un expediente judicial abierto en el Primer Juzgado Penal del mismo país por compras dudosas de tierras indígenas protegidas por un valor de 40 millones de dólares para ejercer actividades de turismo, según un reportaje publicado por la Teletica a mediados de junio del año 2013.

Un terrógafo transnacional fue el cabecilla de la moción en contra del presidente Maduro y el país completo. La presión internacional sobre Venezuela describe por sí sola sus rasgos como conflicto de clase.

  • Por su parte, el presidente del partido Unidad Social Cristiana, Pedro Muñoz Fonseca, también es propietario de una importante empresa llamada Electromec Muñoz & Viera S.A. Sin embargo, el dato verdaderamente relevante es que el partido mencionado adquirió ese nombre actual por orden del tanque de pensamiento alemán Fundación Konrad Adenauer durante la década de los 80: una de las tantas valla publicitarias de Washington para financiar a Súmate, ONGs de derechos humanos, «actividades académicas» de la UCAB y partidos políticos de la derecha venezolana. Es decir, el mismo aparato político que promueve la aplicación de la Carta Democrática contra Venezuela desde la representación parlamentaria que tiene su partido, también actúa en contra del chavismo a lo interno, y muestra de ello es que el contenido de la moción entroniza lo siguiene: «La figura del referendo revocatorio, es un mecanismo democrático, y es un derecho fundamental que es constitucionalmente previsto, por lo que no podría ser calificado por ninguna autoridad pública y democrática como un golpe de Estado».
  • Otto Guevara, jefe de fracción y diputado del partido Movimiento Libertario en el Parlamento de Costa Rica, no sólo es empresario importador extremadamente ligado a los Tratados de Libre Comercio con Estados Unidos. Fue el encargado, junto a Karla González, de abrir la sucursal en Costa Rica de la firma de abogados panameña Mossack Fonseca: origen de las filtraciones de los Panamá Papers. Su nombre parece membretado en la apertura de una empresa offshore en las Bahamas bajo el nombre International Risk and Administration Group Ltd y como gestor en una compañía de seguros de nombre Stuart Title, la cual rindió un homenaje en el año 2006 al ex presidente Óscar Arias (patrocinador de Lorent Saleh) durante un almuerzo de negocios para fomentar la inversión extranjera en el país centroamericano, según comenta un reportaje del portal web Semanario Universidad de Costa Rica. Este personaje que intenta mostrarse como un paladín que lucha contra un «rrrrégimen corrupto y que no respeta la democracia», está implicado en un caso grave de corrupción internacional. En un régimen donde gobiernan los millonarios, las leyes están echas a su medida. En Costa Rica se respetan a los inversores.

Costa Rica es la más clara expresión de cómo los TLC forjan las dóciles plutocracias políticas que necesitan las corporaciones de Occidente para intentar garantizar su monopólico dominio de la región.

Párrafo final

Washington comienza a mover a sus vasallos en el Caribe en la búsqueda de disminuir el perfil de una de las creaciones geopolíticas más brillantes y sólidas del Comandante Chávez: Petrocaribe.

Que no sólo adquiere su importancia geoestratégica por la cooperación energética solidaria que hay detrás, sino por su valoración política: Petrocaribe garantiza la unidad y el juego en llave de países que tienen en común la explotación salvaje y violenta de empresarios y potencias imperiales durante siglos. Esas mismas organizaciones que hoy con sus aparatos de propaganda, gigantescas corporaciones, conglomerados financieros y políticos de medio pelo se juegan todas sus cartas para dominar a su antojo la región. Y es en ese plan donde las plataformas internacionales diseñadas por el Comandante Chávez representan la alcabala más complicadas de superar para lograr ese objetivo.

 

Cortesía Misión Verdad