El paramilitarismo colombiano hace de las suyas gracias a la ceguera selectiva de Juan Manuel Santos y Álvaro Uribe
Cinco venezolanos fueron hallados en dos fosas clandestinas en el este Colombia, víctimas del crimen del narcotráfico y el paramilitarismo, según informaron autoridades de la Policía Nacional neogranadina.
Las fosas están ubicadas en el sector la Parada, Cúcuta, Norte de Santander, lugar al que llegaron los efectivos de seguridad gracias a la confesión de un ex integrante de la banda criminal del Clan del Golfo.
La osamenta de tres adultos, miembros del cuerpo de seguridad venezolano, estaban enterrados en una de las tumbas de la trocha La Playita, en el sector de La Arrocera.
Uno sería un oficial de la Policía del Táchira, Kevin Rodrigo Botello y Wilmer Yair Cáceres Salamanca, oficial de la Policía Nacional Bolivariana; el otro cuerpo era del Sargento De La Guardia Nacional Bolivariana José Buitriago Castellanos, desaparecidos entre abril y diciembre de 2016, según el diario Notitarde.
Asimismo, en la trocha Los Mangos, se encontraban enterrados los dos menores de edad, quienes fueron ultimados por el grupo criminal.
De acuerdo a información de las autoridades de seguridad, las víctimas habrían sido trasladadas por paramilitares desde Táchira a Cúcuta, donde fueron torturadas y posteriormente asesinadas.
Lamentablemente esta es la situación que vive el pueblo venezolano ante la gangrena que se ha convertido el crimen organizado, avalado por el paraco mayor, Álvaro Uribe Vélez; sin dejar atrás lo que viven constantemente los ciudadanos de ese país, que son víctimas del terror que ha causado el paramilitarismo.
Redacción Lechuguinos