Paraguayos en desacuerdo con la reforma constitucional en la que se permitirán reelegir al presidente del país, cuyo cargo es improrrogable según el artículo 229 de la Constitución paraguaya
El día de ayer, Viernes 31 de Mayo, el Senado de Paraguay aprobó la enmienda constitucional que posibilita la reelección presidencial, que estaba prohibida por la Asamblea Constituyente de 1992, y era fuertemente resistida por la oposición. Esta decisión hizo que cientos de paraguayos llenos de odio, se congregaran frente al Congreso para expresar su repudio a la medida.
La protesta rápidamente se descontroló y terminó en fuertes disturbios que incluyeron el disparo de la policía a un legislador, la toma y luego incendio del recinto legislativo, y la muerte de un joven militante que se encontraba en la protesta.
EStes es un hecho sin precedentes en el país sureño, que trajo como consecuencias un muerto y mas de 30 heridos por los disturbios desatados.
En tal sentido la senadora Desiree Masi, del opositor Partido Democrático Progresista (PDP) comentó que «Se consuma el golpe. Vamos a resistir e invitamos a la gente a que resista con nosotros«, de esta manera manifestó que el presidente, Horacio Cartes, todavía no ha comentado la situación que está viviendo el país.
Cabe mencionar que dichas manifestaciones han sido provocadas por la decisión de 25 senadores que aprobaron una enmienda a la Constitución que permitiría reelegir al presidente del país latinoamericano. La propuesta debe ser aprobada por la Cámara de Diputados, donde 44 de los 80 miembros pertenecen al Partido Colorado.
Asimismo es de mencionar que la polémica sobre la decisión que tomaron los miembros del gobernante Partido Colorado y varios grupos de la oposición. Le enmienda permitirá al actual presidente, Horacio Cartes, y a cualquier exmandatario participar en las elecciones presidenciales que se celebrarán en 2018.
Por otra parte es de acotar que con el artículo 229 de la Constitución paraguaya, el cargo del presidente es «improrrogable» y este no puede ser reelegido «en ningún caso». El periodo del mandato presidencial en Paraguay es de cinco años.
Con todo esto que sucede en Paraguay, solo cabe una pregunta: ¿Dónde está Almagro? ¿D´ponde está la OEA llamando a reuniones urgentes y manifestándose ante este inminente intento desestabilizador? El cachorro del imperio, sigue con la mirada fija en Venezuela mientras Paraguay tambalea.
Redacción Lechuguinos