Este lunes, estudiantes opositores protestaron contra el rescate de las instalaciones de la sede de la Universidad Central de Venezuela por parte del Gobierno Nacional.

El nivel de disociación de la oposición alcanzó su punto cumbre con la concentración de la dirigencia estudiantil que rechazó los trabajos de rescate con pancartas y gritos contra la “intervención”.

La realidad es que se trata de la recuperación de instalaciones que son Patrimonio de la Humanidad y que estaban en completo abandono por parte de la rectora vitalicia Cecilia García Arocha.

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Otro grupo de estudiantes se trasladó a la sede del Ministerio de Educación Universitaria para rechazar la designación de Tibisay Lucena como nueva autoridad y el nombramiento de Jacqueline Faría como protectora de la UCV.

Vale señalar que la Ciudad Universitaria permaneció los últimos 2 años en condiciones de deterioro graves, que llevaron al colapso de estructuras arquitectónicas originales.

Debido a la escasa iluminación y vigilancia, los espacios se convirtieron en motel, baño, basurero improvisado y refugio de delincuentes.