La ONU alzó su voz de preocupación ante la desbordada violencia al suroeste de Colombia y ante la inacción de Duque.
La Oficina de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos y la Misión de Verificación de la implementación de la paz de ese organismo en Colombia expresaron su preocupación por la situación de violencia que se registra en el departamento del Cauca (suroeste).
Las partes expresaron en un comunicado su «preocupación por las informaciones recibidas sobre violaciones de derechos humanos e infracciones al Derecho Internacional Humanitario tales como reclutamiento de niños, niñas y adolescentes, violencia sexual, agresiones contra personas defensoras de derechos humanos (y) violaciones del derecho a la vida y a la integridad física».
Asimismo, señalaron que denuncias de la comunidad indican que en la región es recurrente «la utilización de minas antipersonas y desplazamientos forzados y confinamientos» por lo que «la grave situación de inseguridad afecta de forma severa la vida de las comunidades y el proceso de reincorporación de los excombatientes» de la antigua guerrilla de las FARC.
El pronunciamiento se da luego de que el miércoles 10 el representante Especial del Secretario General de la ONU y jefe de la Misión de Verificación en Colombia, Carlos Ruiz Massieu, y la representante de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Colombia, Juliette de Rivero, visitaron Popayán, capital del Cauca, para conocer los desafíos que en términos de protección y prevención enfrenta ese departamento.
En el texto, los dos organismos reiteraron la importancia de que se fortalezca la presencia del Estado en ese territorio para garantizar la seguridad de las comunidades, al tiempo que invitaron a las autoridades nacionales y regionales a encontrar soluciones para la situación de inseguridad que afecta el departamento, uno de los más violentos en Colombia.