Minnesota, en el norte de EE.UU., pide que se permita la ayuda de Cuba en la lucha contra la Covid-19 en el país norteamericano, el mayor afectado por este mal.
Senadores de Minnesota solicitan al gobernador de ese estado, el demócrata Tim Walz, orientar al Departamento de Salud y a otras agencias para investigar el potencial de la colaboración con Cuba a fin de obtener ayuda técnica y beneficiar a la población del estado.
El documento insta asimismo a la legislatura de Minnesota a solicitar al Congreso y a la Administración del presidente estadounidense, Donald Trump, a “levantar las restricciones que impiden el acceso a la experiencia médica cubana, incluida la importación de Interferón Alfa-2B Recombinante para combatir más eficazmente el coronavirus causante de la enfermedad COVID-19”.
Señala que más de ochenta países han mostrado interés en adquirir el fármaco cubano, lo que demuestra la eficacia en el tratamiento de la enfermedad.
El texto, presentado esta semana y enviado para su consideración al Comité de Finanzas y Políticas de Salud y Servicios Humanos del Senado de Minnesota, señala que “el coronavirus ha creado una pandemia mundial que exige la cooperación internacional para derrotarlo”.
Los senadores de Minnesota también recuerdan que el bloqueo impuesto por Estados Unidos a Cuba hace casi 60 años “ha restringido severamente la colaboración en investigación científica y médica”, y remarcan que los residentes del estado se beneficiarán de la experiencia médica de la isla, como lo han hecho muchos países del mundo.
Desde el inicio de la pandemia, brigadas de profesionales cubanos de la salud han ido en misiones desde México hasta Angola. Incluso, en dos oportunidades misiones cubanas han ido a Italia, específicamente a la región de Lombardía, donde comenzaron los contagios en ese país europeo.
De hecho, activistas norteamericanos han destacado la activa presencia de los médicos cubanos en el combate del coronavirus y han planteado la posibilidad de nominarlos para el premio Nobel de la Paz.
Ante la falta de liderazgo, la Administración de Trump ha sido blanco de una presión sin precedentes debido a la minimización de la amenaza de la COVID-19, que ha matado, hasta el momento, a 90 134 personas en EE.UU.
Redacción Lechuguinos-HispanTV