Caso engavetado por Luisa Ortega del joven Juan Pablo Pernalete quien falleció durante protestas violentas será reabierto por el Ministerio Público
El Ministerio Público (MP) reabrirá el caso Juan Pablo Pernalete, joven que murió el 26 de abril tras recibir presuntamente «un disparo de bomba lacrimógena», así lo informó este jueves que el fiscal Tarek William Saab.
De esta manera el fiscal manifestó durante una entrevista con la agencia internacional EFE que “Los estamos reabriendo”, e indicó que el caso “es dudoso ¿Qué es lo que es dudoso? Aquí descubrimos que el laboratorio de criminalística de la Fiscalía se usó para alterar pruebas, eso es grave, estamos en etapa de investigación, pero eso es sumamente grave”.
Seguidamente mencionó el caso de David Vallenilla, quien falleció cuando un efectivo de la policía aérea adscrita a la Base Aérea Francisco de Miranda ubicada en La Carlota le disparó cuando se presentaban acciones de calle de los opositores. “El supuesto responsable está en manos de las autoridades y la Fiscalía le ha señalado el delito de homicidio” comentó.
Además, señaló “Lo dijimos desde el principio que esa había sido una ejecución extrajudicial, no había excusa, ahí se quiso excusar de que el tipo (hombre) estaba defendiendo la base aérea, ahí lo que había era una reja, el muchacho se acercó y él a rajatabla le metió tres tiros en el tórax, y eso quedó así en la nebulosa”.
Asimismo, añadió que desde el organismo que preside se encuentran realizando un arqueo completo de todos los casos y señaló que el número de muertes que se registraron en los cuatro meses por manifestaciones podría cambiar. Por lo que Saab rechazó exista alguna responsabilidad del Estado en esas defunciones, aseverando que “en materia penal las responsabilidades son individuales”.
Cabe mencionar que sobre la expiración de Pernalete, la exfiscal Luisa Ortega Díaz, explicó el 24 de mayo en una rueda de prensa, que la víctima de 20 años de edad y estudiante de la Universidad Metropolitana, fue ultimado, por el impacto de una bomba lacrimógena que disparó un oficial de la GNB.
Parte de las declaraciones que ofreció la ex fiscal dijo que “Luego de una serie de experticias sobre el cadáver y la versión de cinco testigos, la presencia de residuos en la franela coincide con los componentes de la bomba lacrimógena”.
Para cerrar de acuerdo con una fuente del sistema de justicia aludida por Rojas y fundamentándose en la fotografía «De manera preliminar se concluye que el muchacho presenta un tatuaje (herida) en la tetilla izquierda similar al que deja una pistola de perno cautiva, Dicha arma se usa para el aturdimiento de animales; trabaja con aire a presión y a corta distancia. Efectivamente el muchacho recibió el impacto a quemarropa. Un golpe seco que no dejó herida porque el arma usada no tiene bala; el perno salió y retornó al arma».
Redacción Lechuguinos