El periodismo enfrenta grandes riesgos y amenazas demostrados por las cifras de asesinatos y agresiones a profesionales de la comunicación.
El periodismo en México puede ser víctima de la violencia producto del narcotráfico, el crimen organizado y la corrupción, convirtiéndolo en el país más peligroso para un periodista.
En mayo, la cifra de periodistas asesinados en México llegó a seis. La nación norteamericana es considerada la más peligrosa para el ejercicio del periodismo, después de Siria y Afganistán.
En este país, “el narcotráfico ha permeado todas las instituciones públicas y las redes criminales se han encargado de silenciar a quienes los denuncian”, ha declarado la SIP.
Un informe presentado por la Federación Internacional de Periodistas (FIP), en ocasión del Día Mundial de la Libertad de Prensa, en mayo pasado, reveló que en Latinoamérica “un alto número de casos de intimidación, ataques, encarcelamiento y asesinato de comunicadores”, con una tasa de impunidad por encima del 90%”.
Por otra parte, solo en los primeros cinco meses de 2018, se registraron 15 homicidios de periodistas, según cifras de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
En 2017, el número de reporteros asesinados fue de 42 en nueve países de América Latina, de acuerdo al registro de la Comisión Investigadora de Atentados a Periodistas (Ciap) de la Federación Latinoamericana de Periodistas (Felap).
En argentina, los periodistas pueden ser el blanco en medio de los enfrentamientos de movimientos sociales política y/o ideologicamente opuestos.
En otros casos son víctimas de amenazas provenientes del poder estatal como en México y Paraguay, registra la Organización en Defensa de la Libertad de Expresión.
Colombia durante décadas fue uno de los países más peligrosos para la prensa en medio del conflicto armado. La situación ha mejorado tras la firma del acuerdo de paz en La Habana con la guerrilla.
Redacción Lechuguinos