La Federación Médica Venezolana y los medios de la derecha, ocultan que la mayoría de los médicos fallecidos por Covid-19 trabajaban en centros privados.
Desde el inicio de la pandemia por Covid-19 en Venezuela, el Gobierno Bolivariano ha sido responsable en la información divulgada y ha notificado de todos y cada uno de los fallecimientos, desde la Federación Médica Venezolana, en conjunto con los medios prepagos al servicio de Elliot Abrams, han desarrollado una campaña de desinformación y alarma alegando que es “preocupante” la muerte de médicos “por no poseer equipos de bioseguridad”, pero ocultan que la mayoría de los fallecidos, trabajan en centros médicos privados.
Ciertamente, en las estadísticas de fallecidos, lamentablemente hay médicos y trabajadores de la salud, pero en su mayoría trabajaban en centros de salud privados.
En la lista publicada por los medios prepagos, se menciona a un gastroenterólogo y pediatra del estado Zulia que según su perfil de Linkedin laboraba en el Centro Medico Docente Paraíso y en la Clínica Falcón, los reportes de los medios solo señalan que “trabajaba en la ciudad de Maracaibo”.
También se habla de un médico intensivista en el estado Carabobo, quien también laboraba en un centro de salud privado y era el jefe de la terapia intensiva.
En los medios de comunicación de la derecha, se reflejan los fallecimientos de los galenos, la mayoría de edad avanzada y en casi ningún caso señalan que trabajaban en centros de salud privados, cuyos dueños son los responsables de dotar de insumos de bioseguridad al personal y al parecer no lo están haciendo y tampoco cumplen con las respectivas desinfecciones.
Incluso, a lo interno de la Federación Médica Venezolana, se han dado cuenta de esta realizada y han promovido inducciones a los galenos para el uso de los equipos de bioseguridad, pero a la luz pública, lo que hacen es generar sozobra e intentan, sin éxito de culpar al gobierno, porque el gremio sabe la realidad.
Cada muerte es lamentable, pero ocultar información para tratar de culpar al gobierno demuestra que es una campaña mediática, dirigida por la derecha y el gobierno estadounidense.
Redacción Lechuguinos