Como cuando ya no sabes que hacer para seguir robando, ahora Lorenzo Mendoza quiere ser el Trump venezolano para seguir robando al país
Sin duda alguna, los pseudo lideres opositores sean políticos o no, no inventan nada bueno, y es que ahora anda rodando por allí un run run por ahí de que Lorenzo Mendoza alías Pelucon podría ser el nuevo Donald Trump venezolano ¿Qué tal?… Es obvio que podría, porque con la fortuna que ha robado al país haciendose complice por no decir que siendo uno de los autores principales de la guerra económica contra Venezuela esta más que asegurado su parecido al nuevo presidente gringo y pues viendolo bien incluso hasta en la peluquita se parecen.
Como todos sabemos Mendoza es un empresario que a costillas de la polémica y los venezolanos ha hecho una gran fortuna, encaletandose los dólares que son para la comida del país, aferrándose luego a teorías absurdas de falta de divisas y de materia prima, diciendo que «el gobierno no le ha dado nada». Sin contar que ahora se ha dado la tarea de hacer una vida política (aunque afirma que no) llamando a la violencia y a la desestabilización junto a sus secuaces de la ultra derecha.
Mendoza en varias oportunidades ha tenido problemas con sus mismos trabajadores, pues no solo no les paga sus salarios y beneficios sino que incluso también los amedrenta, ha tratado de sabotear la economía del país incontables veces cosa que no es secreto para nadie, sin contar los miles de chanchullos y marañas que lo rodean e implican…
Debemos estar claros que si este señor llegara a ser político arruinaría el país sin miramientos y lo llevaría a la quiebra total… Chuleandose toda la platica para pagar sus lujosos viajes y sus innumerables financiamientos a movimientos fascistas.
Tanto él como la ultraderecha venezolana quieren poner en jaque mate la economía del país, para luego echarle la culpa a terceros o mejor dicho al gobierno de Nicolás Maduro y no responsabilizarse, haciéndose como siempre las víctimas ante el país sin saber que lo que hacen es hundirse más ante la opinión pública.
Redacción Lechuguinos