Según la inteligencia colombiana Juan Guaidó y Leopoldo López sabían sobre el robo del dinero de la “ayuda humanitaria”, administrada por dirigentes de su partido.
Leopoldo López y Juan Guaidó, estaban informados por el mismo gobierno de Colombia, sobre el robo que sus enviados habían cometido con el dinero de la “ayuda humanitaria” y en vez de tomar cartas en el asunto, lo que hicieron fue proteger a los autores del delito, quienes cumplían órdenes expresas de ellos.
De este modo, quedaron en evidencia imágenes y documentos de transacciones donde se habrían apropiado de cuantiosa sumas destinadas para los menos favorecidos.
Por consiguiente, un reporte de la inteligencia de Colombia asegura que Rossana Barrera y Kevin Rojas fueron apartados de sus cargos sobre la ayuda humanitaria, aunque Caracas mostró una defensa a ultranza de ambos. Tanto, que hubo amenazas y se trató de desviar la responsabilidad hacia la embajada de Calderón Berti.
Al exministro ya le había tocado intentar reparar el escándalo relacionado con la manutención de los militares, enviando «un cheque de 27 millones de pesos que, por un mal cálculo, rebotó», según reporta el medio colombiano Las 2 Orillas», el cual asegura: «Era dinero que sacaba de su bolsillo».
Ante las presiones contra Caracas, Rossana Barrera acude el 27 de mayo a una reunión con miembros de la embajada para someter sus gastos en Cúcuta a una auditoría. Pero no lo hizo sola. Su compañero de partido, el diputado Luis Florido, la acompañó para abogar por ella.
La carpeta que entregó resultó ínfima. «Muy pocas hojas para toda la escandalosa información que manejaba la Inteligencia colombiana. Barrera entregó un soporte bastante burdo de US$ 100.000 que había gastado durante su estadía en Cúcuta».
Sin embargo, «varios montos de los que entregó no se correspondían con la realidad».
Rossana Barrera y Kevin Rojas también compartían obligación «con todos aquellos que se debían encargar del manejo de las toneladas de ayuda humanitaria estacionada en Cúcuta y donada por varios países».
Al menos el 60 % de todos los alimentos donados por aliados de Juan Guaidó se dañó», agrega la nota de PanamPost, que asegura además: «Todo lo que envió el presidente (Sebastián) Piñera (Chile) ya no sirve. Está ahí. No saben qué hacer con ello para que no se arme un escándalo».
Asimismo, se confirmó además, que algunos de los dirigentes naranja vinculados al presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, expresaron su malestar de que se sugiriera la participación de la Iglesia para el control de la ayuda, pese al argumento de su condición humanitaria.
El entramado incluye un interminable número de integrantes de la tolda fundada por Leopoldo López, según detalla, entre otros, un documentado trabajo de investigación de PanamPost.
En los reportajes figuran los diputados José Manuel Olivares y Gaby Arellano, quienes en principio conducían la parte operativa relacionada con el ingreso de ayuda a Cúcuta (Colombia).
Pero «ambos fueron inesperadamente apartados de una responsabilidad clave» el 24 de febrero de 2019, un día después de que decenas de militares cruzaran la frontera hacia Colombia, reseñó Globovisión.
Posteriormente, Guaidó firma una carta enviada al canciller colombiano, Carlos Holmes Trujillo, en la que autoriza a Rossana Barrera y a Kevin Rojas, ambos militantes de Voluntad Popular, para atender «la situación de los ciudadanos venezolanos, civiles y militares, que ingresan a territorio colombiano».
Según reseña El Tiempo de Bogotá (Colombia), Barrera y Rojas fueron designados «para supervisar» la estadía de los militares en Cúcuta. Mientras que Sebastiana Barráez reportó para Infobae que eran los «responsables de los aspectos de comando, logística y seguridad» de los uniformados.
Barrera y Rojas asumieron completamente la operatividad en Cúcuta y se encargaron del manejo de fondos para el pago de la estadía de los militares. Las alarmas se encendieron cuando, según la Inteligencia de Colombia, «ambos empezaron a llevar una vida que no se correspondía con quienes eran».
Presentaron «facturas que demuestran excesos y, varias, extrañísimas, de diferentes talonarios, firmadas el mismo día y con estilos de escritura idénticos».
Casi todas sin sello. Gastos de más de 3.000.000 de pesos en hoteles colombianos y en discotecas, por noche. Unos mil dólares en bebida y comidas. Gastos de ropa en carísimas tiendas de Bogotá y en Cúcuta».
Además, detalla la investigación de PanamPost, «reportes de alquiler de vehículos y pagos en hoteles a sobreprecio. Mucha plata». Barrera, la cuñada del diputado Sergio Vergara, mano derecha de Guaidó y de Roberto Marrero, empezó a desarrollar un «entramado para malversar fondos relacionados con la ayuda humanitaria y la manutención de los militares», denuncia el diario..
Redacción Lechuguinos