El canciller ruso Serguéi Lavrov, está claro de las intenciones gringas en Venezuela y en el interés imperial de derrocar el gobierno de Nicolás Maduro.
EE.UU. no quiere “un consenso nacional en Venezuela”, sino que busca tener “un protegido suyo en el poder que haga todo lo que le digan, principalmente respecto al petróleo”, ha afirmado el canciller ruso, Serguéi Lavrov, en una entrevista con Moskovski Komsomólets.
El ministro de Exteriores expresó que Moscú “no acepta” los métodos con los que Washington está tratando de “mejorar la vida del pueblo venezolano”, que calificó de “arrogantes”.
Lavrov también tachó de “groseras” las declaraciones de Washington acerca de que los países ubicados fuera del hemisferio occidental no deberían tener ningún interés allí. “¿Y qué está haciendo EE.UU.?”, se preguntó el canciller, recordando que Washington tiene bases militares por “todo el mundo” y que cada una de ellas representa “riesgos bastante graves”.
Según el jefe de la diplomacia rusa, las acciones de EE.UU. en relación a la nación caribeña “sacuden los cimientos del derecho internacional”, dando lugar a una situación “que no promueve el desarrollo y la previsibilidad, sino que contribuye a la permisividad”, generando “tentaciones” para que el propio Washington o, probablemente otros actores, “realicen experimentos similares en países de cualquier otra parte del mundo”.
Al mismo tiempo, Lavrov se muestra seguro de que “si hay un intento de invasión militar, la gran mayoría de los países latinoamericanos se opondrá y rechazará de inmediato esta línea”.
“Venezuela, a fin de cuentas, debe elegir sus propios caminos de desarrollo”, recalcó el ministro.
Sobre la presencia de especialistas rusos en Venezuela, Lavrov reiteró que se debe a un acuerdo firmado en 2001 con el entonces presidente Hugo Chávez y ratificado por el Parlamento nacional. “En el marco de este acuerdo, transferimos equipo militar a Venezuela y necesita mantenimiento. Ha llegado el momento de realizar un mantenimiento. Nada más”, detalló el canciller, añadiendo que Moscú no tiene “nada que ocultar”.
Redacción Lechuguinos- RT