En medio de las protestas en Ecuador contra las políticas económicas del Gobierno, Guillermo Lasso llamó al diálogo a todos los sectores.
Ecuador vive una situación nunca experimentada. En el segundo día consecutivo, los manifestantes volvieron a las calles para denunciar, una vez más, el alza gradual del precio de los combustibles y la reforma tributaria y laboral que el ejecutivo promueve. El mandatario Guillermo Lasso, sin embargo, llamó al diálogo.
El Gobierno de Lasso ya se encuentra bajo presión de los indígenas y otros grupos sociales para congelar el alza mensual del precio de la gasolina, una medida decidida por su antecesor, Lenín Moreno, el año pasado. Los airados argumentan que el aumento de los costos recae injustamente sobre la mayoría de la población, que ya sufre los efectos de la pandemia del la COVID-19 en su economía familiar.
Los manifestantes requieren reducción de precios de combustible y mejores derechos laborales para poner fin a sus protestas. Aseguran que seguirán con su resistencia progresiva si el mandatario no cede.
Sin embargo, la Policía del país reprimió con mano dura a los indignados. La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador informó de una fuerte represión contra los manifestantes, donde las fuerzas de la Policía lanzaron bombas lacrimógenas, dispararon en las casas donde hubo niños y ancianos y arrestaron a 37 manifestantes. Estas movilizaciones se supone un duro revés para Lasso, quien además, se enfrenta una oleada de críticas por el reciente escándalo de Papeles de Pandora, entre varias otras acusaciones.