Al turista Julio Borges, parece que le ha sentado muy bien la conspiración en contra de Venezuela, la gran vida que se da lo hace lucir rozagante y bastante obeso.
Paseando por las calles de Colombia, fue visto el turista Julio Borges, a quien entre conspiración y reuniones para pedir financiamiento siempre le queda tiempo para darse sus lujosos gustos alrededor del mundo.
Borges hizo un alto a su labor de andar “pajareando en las cancillerías”, como bien lo dijo Franceschi y se puso a turistear por el vecino país, donde se vio bien gordito y cachetón.
Sin duda, la crisis venezolana de la que tanto habla con presidentes de la derecha no lo ha alcanzado ¿o será que su visita por Washington pidiendo cobres rindió frutos en sus bolsillos?
Redacción Lechuguinos