Para justificar acciones violentas dentro y fuera de Venezuela, el vocero del terrorismo Julio Borges llegó a Panamá para implorar el aval de apoyar la intervención militar
Panamá, la nación que sirvió de ejemplo a Latinoamérica de los efectos que puede dejar la “ayuda humanitaria” de Estados Unidos, recibió recientemente a Julio Borges, quien aprovecha sus viajes para hacer turismo y pedir a naciones del hemisferio que avalen una intervención militar contra Venezuela.
El dirigente de Primero Justicia, llegó a Ciudad de Panamá para reunirse con el presidente Juan Carlos Varela y el vicepresidente de Saint Malo, para aunar la participación en la injerencia de varios gobiernos de derecha.
Así lo informó Secretaría de Comunicación del Estado panameño a través de su cuenta en Twitter, que también agregó cuáles fueron los temas tratados durante el encuentro.
Al parecer, Borges está preparando un escenario donde a viva voz se pida la injerencia, pues convoca a los venezolanos que viven en Panamá a “apoyar un frente nacional e internacional para que los venezolanos nos plantemos para defender nuestros derechos”.
Esto ocurre al mismo tiempo que en Venezuela la oposición termina de sepultar la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), para crear el autodenominado “Frente Amplio” dedicado a pedir más sanciones contra el país bajo la excusa de “exigir condiciones electorales justas”.
Julio Borges se ha dedicado a tapar el ridículo que hizo como político en República Dominicana con las recientes acciones ante figuras diplomáticas de Latinoamérica y Europa, pero como dice el refrán: “crea fama y acuéstate a dormir”, este personaje no logra disfrazar el desastre que en que se ha convertido la oposición venezolana.
Debido que no son opción política para el pueblo venezolano, se dedicaron a la tarea de llamar a otros para hacer lo que ellos no han logrado, no obstante, la historia se encargará de ubicarlos en su lugar: como los apátridas que vendieron el país a cambio de unos dólares.
Redacción Lechuguinos