El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, es vinculado al asesinato de la concejala Marielle Franco y ha sido citado a declarar en la investigación de este caso.
La investigación por el asesinato de la concejala y activista brasileña Marielle Franco y su conductor, Anderson Gomes, ocurrido el 14 de marzo de 2018, revelan que uno de los homicidas, un ex policía, fue a la casa del entonces diputado federal y actual presidente, Jair Bolsonaro, en Río de Janeiro antes de cometer el crimen, ha informado el martes la televisora local TV Globo.
El reportaje se basa en las declaraciones de un portero del barrio cerrado de Barra de Tijuca, donde vivía la familia Bolsonaro, quien declaró ante la fiscalía lo ocurrido.
La información se publica después de que la Policía Civil de Río de Janeiro confirmara que en el libro de visitas del domicilio en Barra da Tijuca aparecía el principal sospechoso del asesinato, Élcio Vieira de Queiroz.
Según el testimonio, el portero aseguró que fue ‘el señor Jair’ quien autorizó el ingreso. El día del homicidio de Franco, según reconstruyó la fiscalía, Queiroz se presentó en la portería y dijo que iba a la casa de Bolsonaro.
“Yo llamé a la casa de Bolsonaro y don Jair me atendió y me dijo que podía pasar”, dijo el portero a la fiscalía.
Pese a esta declaración, la propia información del medio refiere que Bolsonaro estuvo ese día en Brasilia y no en Río de Janeiro. No obstante, por ley, al aparecer el nombre del jefe de Estado obliga al Supremo Tribunal Federal (STF) a analizar el caso.
Tras la divulgación realizada por la televisión Globo, el Partido Socialismo y Libertad (PSOL), formación a la que pertenecía Marielle Franco, ha informado este miércoles que pidieron una audiencia “inmediata” con el presidente del Tribunal Supremo de Brasil, José Antonio Dias Toffoli.
“La información transmitida hoy (martes) es muy seria. Brasil no puede vivir con ninguna duda sobre la relación entre el presidente de la República y un asesinato. Exigimos respuestas. Justicia para Marielle y Anderson”, ha denunciado el presidente del PSOL, Juliano Medeiros.
Tras la revelación, el jefe de Estado, completamente exaltado, negó cualquier tipo de vinculación con el asesinato e insultó a la televisora
Encolerizado, Bolsonaro, quien actualmente se encuentra en Arabia Saudí, publicó un video de 23 minutos repleto de descalificaciones en el que cargó duramente contra Globo y contra el gobernador de Río de Janeiro, Wilson Witzel, a quien acusó de filtrar la investigación que corre bajo secreto de sumario.
La concejala fue asesinada después de recibir cuatro tiros en la cabeza mientras regresaba a casa con su asesora y su chofer, que también murió.
Franco, de raza negra, denunciaba el racismo en la sociedad brasilera, sorprendió a muchos al ser electa como concejala municipal en 2016. A sus 38 años ganó fama como defensora de los derechos humanos, especialmente por sus denuncias contra la violencia policial en las empobrecidas favelas.
El asesinato de la activista causó conmoción dentro y fuera de Brasil y provocó jornadas de protestas. Por ahora las pesquisas continúan. Pero lo brasileños no parecen confiados en que lleguen a buen puerto, debido a los altos índices de impunidad.
Redacción Lechuguinos-HispanTV