En Panamá no se tienen claras las cifras de muertos causados por la invasión de EEUU pero se estima que murieron más de 4 000 personas
Hace 27 años, más de 20 mil soldados estadounidenses con artillería pesada de última generación invadieron por tierra y mar a Panamá, lo que derivó en la caída del general Manuel Noriega.
Revelaciones de un documento secreto de Estados Unidos confirman que el verdadero objetivo de su invasión militar a Panamá en 1989, era abolir los tratados del Canal y para ello capturaron y derrocaron a Manuel Noriega.
Los escuálidos de la derecha han trabajado para que los Estados Unidos invadan a Venezuela como lo hicieron con Panamá el 20 de diciembre de 1989 ignorando las consecuencias de este tipo de acciones que internacionalmente son consideradas terroristas.
En el mismo orden de ideas se han encontrado documentos que confirman que el verdadero fin detrás de esta incursión guerrerista era la supresión de los tratados firmados por el líder de la Revolución Panameña, Omar Torrijos y el presidente Jimmy Carter, en los cuales se ponía fin a la presencia colonial estadounidense en el Canal de Panamá, lo cual delata que bajo la “preocupación” de EEUU siempre hay mentiras e intereses propios, en el caso de Venezuela el petróleo y demás recursos naturales.
Asimismo la Operación Causa Justa fue uno de los sucesos más dolorosos, traumáticos de toda la historia panameña y latinoamericana. En este hecho se contabilizaron aproximadamente 4000 muertos entre civiles y militares, según cifras de la Asociación de Familiares de los Caídos el 20 de diciembre de 1989, por lo que resulta increíble pensar que venezolanos opositores sueñen, pidan y deseen eso para nuestra patria.
Para culminar especialistas en invasiones suponen que fue un ensayo para el modelo de guerra total y para fortalecer la imagen del presidente George H. W. Bush (Padre) engendro del demonio que no le importó el alcance del experimento donde Panamá sirvió como laboratorio para el empleo de armamentos sofisticados del tipo del bombardero invisible.
Redacción Lechuguinos