La cúpula de la Iglesia Católica venezolana sabia del robo que estaba haciendo Guaidó y su gente en Colombia y no dijeron absolutamente nada.
La malversación de fondos que se produjo en el manejo de los recursos para la ayuda humanitaria y que involucra a miembros del partido Voluntad Popular (VP), de los opositores Juan Guaidó y Leopoldo López, era algo que se venía venir, según había advertido la Iglesia Católica.
Desde hacía unos meses sacerdotes había advertido a los dirigentes de VP sobre la posible corrupción con la ayuda humanitaria que estaba siendo enviada por distintos países, tanto en insumos como en metálico, para “atender” la situación de los venezolanos.
Según el portal Globovisión miembros de la iglesia católica venezolana confirmaron que representantes del partido de Guaidó mostraron su malestar ante la sugerencia de que participara la Iglesia en el control de la ayuda.
Este fin de semana una investigación a fondo realizada por el multimedio PanamPost reveló detalles de presuntos hechos de corrupción en el manejo de los recursos de la llamada ayuda humanitaria, en el que estarían involucrados miembros del partido de Guaidó como los diputados José Manuel Olivares y Gaby Arellano. Además de los militantes de la tolda naranja Rossana Berrera y Kevin Rojas, quienes habrían gastado elevadas sumas de dinero en gasto supérfluos y sin justificación.
El caso también salpica al “embajador designado” por Guaidó en Colombia, el político Humberto Calderón Berti y al empresario Miguel Sabal, designado para manejar todo lo relacionado con la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), reconocida por ser el brazo “humanitario” de la CIA.
Redacción Lechuguinos- LaIguana.TV