Luego que se conociera que Henrique Capriles y Stalin González, sostuvieron un acercamiento con el Gobierno para buscar la reconciliación, Guaidó se picó.
Guaidó está demasiado picado, porque tanto Henrique Capriles, cómo Stalin González, se cansaron de estar bajo la sombra del él y sus fracasos y buscaron un acercamiento mediante Turquía, para reactivar un diálogo con el Gobierno de Nicolás Maduro en aras de la reconciliación nacional.
Esto generó una intensa picazón anal en Guaidó, quién vuelto loco, por creerse dueño de la Oposición Venezolana, decidió marcar distancia de estos dos personas, que pese a tener diferencias marcadas con el gobierno de Nicolás Maduro, han entendido que el mejor camino es el entendimiento.
Mediante un comunicado, Guaidó dijo que «Queremos ser categóricos: estas acciones se hicieron sin conocimiento ni autorización del Gobierno interino, la Asamblea Nacional, nuestros aliados internacionales, ni del acuerdo unitario alcanzado y anunciado por 27 organizaciones políticas que agrupan a las fuerzas democráticas. Por lo tanto, las desconocemos».
Asimismo deja claro que «Dejamos claro una vez más que estas negociaciones emprendidas de manera individual no representan ni comprometen en forma alguna a la Asamblea Nacional, el Gobierno interino, ni las fuerzas democráticas de la unidad».
En el comunicado además de deslindarse de Capriles y Stalin Guaidó deja claro que él es la unidad, él es las «fuerzas democráticas» y que cualquier opositor que desee hacer algo positivo por el país debe pedirle permiso a Guaidó y a sus aliados internacionales.
Realmente un grave problema de personalidad tiene Guaidó que se creyó tanto lo de su gobierno de fantasía, que jura que es un monarca.
Redacción Lechuguinos