El Grupo de Puebla rechaza las acciones militares clandestinas en curso para desestabilizar al gobierno de Nicolás Maduro, especialmente el intento de invasión que ocurrió en las primeras horas del 3 de mayo, y expresa su solidaridad con el pueblo de Venezuela.

Este intento de invasión por un grupo paramilitar, contratado, según versiones de la prensa, por un asesor político de Juan Guaidó (como ya ha sido develado), tenía como objetivos declarados practicar actos terroristas en el país, secuestrar al presidente Nicolás Maduro, asesinar a líderes del gobierno venezolano, aumentar la violencia y generar caos y confusión entre la población, para facilitar un nuevo intento de golpe de Estado.

El episodio recuerda, de manera lamentable, el intento, también infructuoso, de la invasión a Cuba en la Bahía de los Cochinos, en 1961, como lo han recordado los propios medios norteamericanos.

Es absolutamente inaceptable que, en el siglo XXI, América Latina siga siendo objeto de acciones ilegales, violentas y clandestinas, destinadas a promover cambios en el régimen político de algún país.

También es inaceptable que, en medio de la mayor pandemia de los últimos 100 años, que ha traído una crisis sanitaria y económica muy grave al mundo y a América Latina, la prioridad de ciertos gobiernos y fuerzas políticas sea promover acciones violentas para desestabilizar a un gobierno, en este caso, el de Venezuela.

Esta es una acción que rompe no solo con el orden constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, sino también con los principios que rigen el derecho internacional público y las relaciones entre los países. Recordamos a este respecto que, a la luz del orden jurídico internacional, las sanciones económicas y las acciones militares contra cualquier país deben ser debidamente aprobadas por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

A nuestro entender, este intento no es un hecho aislado. Es parte de acciones y medidas,  que habrían estado coordinadas por el Departamento de Estado de los EE. UU., que buscan aumentar la presión sobre el gobierno venezolano, para provocar un cambio de régimen por la fuerza, contrario al orden constitucional de ese país y al orden legal internacional.

La continuación del bloqueo comercial y económico que los Estados Unidos están promoviendo contra Venezuela, por ejemplo, ha causado un sufrimiento indescriptible para el pueblo venezolano, al evitar la compra de alimentos, medicamentos y equipos médicos esenciales para combatir la pandemia.

El Grupo de Puebla hace un llamamiento a todas las fuerzas democráticas de la región para que se comprometan a apoyar el diálogo democrático y la solución pacífica del conflicto en Venezuela, la única forma viable de resolver los problemas políticos y económicos que afectan a ese país.

Además, exigimos el levantamiento inmediato del bloqueo económico, comercial y político que Estados Unidos está promoviendo contra Venezuela, para aliviar el sufrimiento del pueblo venezolano y permitir combatir mejor los efectos sanitarios y económicos de la pandemia.

Ademas, instamos a todos a condenar y repudiar cualquier acción militar contra Venezuela, lo que traería inestabilidad geopolítica a toda América Latina y sentaría un precedente extremadamente peligroso para las democracias de la región.

Finalmente, enviamos nuestra solidaridad sin restricciones al pueblo de Venezuela, el único actor político que tiene la legitimidad para decidir, de manera pacífica y democrática, la dirección de esa gran nación.

Firmado el 10 de mayo de 2020

Celso Amorim

Rafael Correa

Marco Enríquez-Ominami

Fernando Haddad

José Miguel Insulza

Camilo Lagos

Guillaume Long

Fernando Lugo

Luiz Inácio Lula da Silva
Daniel Martínez

Esperanza Martínez

Aloizio Mercadante

Carlos Ominami

Carol Proner

Max Reyes

José Luis Rodríguez Zapatero

Dilma Rousseff

Ernesto Samper

Carlos Sotelo

Jorge Taiana

Mónica Xavier