La excanciller boliviana Karen Longaric acusa a la expresidenta de facto Jeanine Áñez de favorecer a Arturo Murillo durante su interinato.
La excanciller de facto de Bolivia acusó el martes a Áñez por asistir al exministro del gobierno Arturo Murillo, quien fue detenido el 21 de mayo en EE.UU. por cargos de corrupción y lavado de dinero.
Es más, Longaric reveló que Murillo había pagado sobornos para ocupar un puesto en el gabinete de facto de Áñez, así como, colocar a su hermana, Mercedes Murillo, como cónsul del país andino en la ciudad de Miami, situada en el estado estadounidense de Florida.
Además, recalcó que fue la propia Áñez quien decidió designarla como representante consular de Bolivia en esta urbe estadounidense. Una decisión que no compartió Longaric que le llevó a oponerse, según su propia relato.
“Obviamente que hablé con la presidenta y hablé con el propio Murillo diciéndoles que ese nombramiento iba a traer complicaciones porque no era bueno que una hermana de un ministro vaya en el servicio consular o en el servicio diplomático, pero fue una instrucción muy categórica desde la Presidencia”, manifestó la excanciller.
La Policía de Bolivia arrestó el 13 de marzo a Áñez por su papel en el golpe de Estado acontecido en 2019, y también para investigar los casos de corrupción que se cometieron durante mandato de la expresidenta interina.
En noviembre de 2019, tras un golpe de Estado que causó la renuncia de Evo Morales como el mandatario legítimo del país, Áñez se autoproclamó presidenta interina de Bolivia, pese a no cumplir con los requisitos constitucionales.