La esposa del diplomático venezolano Alex Saab, encarcelado en Cabo Verde desde junio de 2021, acaba de dirigirse al primer ministro Ulisses Correia e Silva, una carta en la que solicita la intervención del gobernante para ayudar a resolver la situación de su esposo y padre de sus dos hijas, cuya detención califica de ilegal, así como el proceso de extradición a Estados Unidos, autorizado desde principios de junio por el ejecutivo caboverdiano.
Camila Saab llama la atención sobre las condiciones «extremadamente degradantes» de la prisión de su esposo, en la isla de Sal, sin apoyo médico, dada su condición de paciente oncológico, y sin el consuelo de su familia. La entrega de la carta llega pocos días después de que Alex Saab perdiera a su madre, víctima de Covid19.
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Su Excelencia, José Ulisses de Pina Correia e Silva
Primer Ministro de la República de Cabo Verde, Palacio del Gobierno de Cabo Verde,
Av. Ciudad de Lisboa,
Praia, Cabo Verde
21 de abril de 2021
Vuestra excelencia,
No sé si se va a leer esta carta. Lo escribo como cuando pones una botella en el mar. Lo escribo con la misma fuerza de desesperación que lleva a un náufrago varado en una isla tratando, con la poca energía que le queda, de esculpir un “SOS” en la arena. No encontrarás enojo en esta carta. La ira dio paso a la angustia, el dolor y el dolor. Pero leerá, a través de estas pocas líneas, sufrimiento y angustia, todo envuelto en un sentido de resistencia obstinada.
Desde el 12 de junio de 2020, Cabo Verde mantiene detenido a mi esposo, Alex Saab. Dejo a los juristas convencerles constantemente de la arbitrariedad de esta detención, que está fuera de toda duda. Estoy convencido de que usted, personalmente, es plenamente consciente de este hecho. Porque la arbitrariedad está en el centro de este caso emblemático de injusticia en el que se desprecia la dignidad humana del hombre, se amenaza, pisotea y viola impunemente su honor, su integridad, su vida, su libertad. E incluso cuando se solicita a un tribunal de justicia imparcial, independiente e internacional, como el Tribunal de Justicia de la CEDEAO, que se pronuncie después de un debate contradictorio, y concluye formalmente que el arresto y la detención son arbitrarios y que la justicia elemental requiere la liberación inmediata de Alex Saab Cabo Verde opta por negar la justicia y se niega a escuchar razones. Comprenderás la desesperación del náufrago que creía que se haría justicia y que terminaría su agonía. Pero también aquí lo arbitrario, lo injusto, lo irracional parecen aplastar cualquier perspectiva de justicia.
No escribo esta carta con la tinta de la razón, sino con la de la desesperación y el miedo. La misma desesperación en los ojos de la madre de Alex Saab, que murió ayer antes de poder ver a su propio hijo por última vez. El mismo miedo que tienen nuestros hijos por la suerte de su padre, a manos de sus perseguidores. Esta carta está escrita con lágrimas por una esposa que llora su sufrimiento por ver a su esposo y al padre de sus hijos tratados con tanta inhumanidad y enfrentados a un juicio kafkiano en el que se funden el absurdo y la arbitrariedad.
Esta carta es un grito, un grito, un mensaje de esperanza y desesperación. Esta carta implora su humanidad y exige que se haga (y se respete) justicia. Privó a mi esposo, Alex Saab, de la última mirada de su madre, lo privó de su familia, sus hijos, su esposa, le robó su libertad, su dignidad, su honor, le negó su derecho de acceso a la justicia, su presunción de inocencia, su derecho a la salud, sus derechos humanos más básicos … El sufrimiento es inmenso, tan profundo y desesperado como este llamado a su compasión, su humanidad y su benevolencia.
Esta carta es también una solicitud en nombre de nuestros hijos, en nombre de la justicia más elemental, en nombre de la dignidad humana, en nombre de la razón, para liberar a Alex Saab sin demora y ayudar a poner fin al sufrimiento que esta arbitraria la detención genera para él y sus familiares.
Con los mejores saludos,
Camilla Fabri Saab