Eternizarse en la AN, intervención militar y participar en los comicios, son algunas de las corrientes que generan la enorme división de la oposición venezolana.
Para nadie es un secreto la división que existe dentro de la oposición venezolana, que en la última semana se ha profundizado y se ha fragmentado aún más ante la cercanía del proceso electoral parlamentario.
Tras 20 meses de un gobierno imaginario, Juan Guaidó y un reducido grupo son de la tesis de no participar en las elecciones y realizar una “consulta” vía internet, para eternizarse en la Asamblea Nacional y seguir disponiendo de los recursos que le han robado a los venezolanos en el exterior, para ellos el autoproclamado ha llamado a una supuesta “unidad”, donde obliga al resto de las figuras políticas opositoras a someterse a sus designios, sin derecho a pataleo.
Esa imposición de Guaidó, desató los demonios dentro de la oposición, pues de inmediato salió María Corina Machado, a rechazar la fulana “unidad” convocada por Guaidó y mantiene su postura de no participar en las elecciones y solicitar una intervención militar internacional para derrocar al Gobierno Bolivariano. Esta tesis fue desestimada por EEUU, principal promotor de la desestabilización en Venezuela, a través del mercenario Elliott Abrams, quien calificó la propuesta de machado como “realismo mágico”.
Otra de las posturas dentro de la división opositora es de Henrique Capriles y Stalin González, quienes si participarán en las elecciones parlamentarias y son partidarios del diálogo con el Gobierno Nacional. Capriles recientemente ha dejado claro que lo de Guaidó es un gobierno por internet y el que está en el poder es Maduro. Asimismo el ex gobernador de Miranda, apuesta por la salida electoral, por lo que participará en las elecciones parlamentarias, además Capriles se atribuye que gracias a su acercamiento con el Gobierno Legítimo de Nicolás Maduro, se logró la liberación de los políticos presos mediante el indulto presidencial.
Otra de las divisiones de la oposición es la que representan Henri Falcón, Claudio Fermín, Javier Bertucci, entre otros, que desde un principio han apostado al diálogo con el Gobierno Constitucional de Nicolás Maduro, son partidarios de sumarse a las elecciones parlamentarias y apuestan al entendimiento entre las partes.
Hay otra división, la llamada silenciosa, que está dirigida por Henry Ramos Allup, quien como buen zorro viejo, tras bastidores maneja los hilos de las marionetas que dan la cara y que hasta ahora se ha hecho el loco y no ha fijado posición al respecto, el popular nido de paloma está con Dios y con el diablo, pues le hace una cara a Guaidó, mientras que sus secuaces están metidos en las diferentes corrientes, para mantenerlo informado y tratar de influir en las decisiones, que le permitan mantener un control, oculto, dentro de la oposición.
Mientras que la dirigencia opositora cuenta como marcada división, los seguidores que creían en sus líderes políticos, se hayan solitarios desesperados, frustrados y como se dice en el argot popular andan como “maraca sin palo”, en su mayoría cansados de los engaños, decidieron apostar al avance del Gobierno Bolivariano, porque con el pasar del tiempo se dieron cuenta que quienes los ponían en contra de la revolución, son la verdadera desgracia para el país, esos mismos que han pedido sanciones supuestamente para el Gobierno Nacional y que lamentablemente ha terminado afectando directamente al pueblo sin distingo de tendencia política.
Redacción Lechuguinos