El embajador ruso en Venezuela asevera que tres años tras haberse proclamado presidente interino, Guaidó no representa a nadie.

El embajador ruso en Venezuela, Serguéi Mélik-Bagdasárov, subrayó el sábado que tres años después de la autoproclamación de Guaidó como “presidente interino” en 2019, la sociedad venezolana ya “no le toma en serio”.

“Hoy en día, [Guaidó] es un don nadie y no representa a nadie. Esta figura existe únicamente en el espacio virtual y en la mente febril de sus valedores estadounidenses”, dijo Mélik-Bagdasárov.

En este sentido, remarcó que incluso los escasos radicales que habían permanecido a su lado hasta mediados de 2021, “le dieron las espaldas definitivamente” al líder de la oposición venezolana.

A su juicio, el proyecto de un “gobierno paralelo” en Venezuela resultó en un “rotundo fracaso”, puesto que los políticos que lo personifican también están totalmente “desprestigiados”.

Melik-Bagdasarov explicó que el “proyecto Guaidó” puede calificarse como “proyección incorporéa de un gobierno paralelo” que carece de “legitimidad, poder real y perspectivas tangibles dentro de Venezuela”. “Otra versión de una revolución de colores editada en Occidente y totalmente desprestigiada a los ojos del pueblo”, agregó.

De igual modo, señaló que el propio pueblo venezolano ha manifestado reiteradamente su voluntad en las elecciones libres del país, cuya última ronda tuvo lugar en noviembre pasado, cuando el oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) se hizo con más de un 85 % de las gobernaciones del país.

“Los venezolanos han optado por la soberanía y la verdadera democracia popular. Desde Rusia apoyamos por todos los medios esa elección de nuestros amigos venezolanos”, recalcó el diplomático ruso.

Después de intento de un golpe de Estado en el país bolivariano, Guaidó fue reconocido de inmediato por EE.UU., que empezó a endurecer su campaña de presión contra el Gobierno del presidente Nicolás Maduro para derrocarlo.

El pasado 5 de enero, la Cancillería venezolana denunció el “intento intervencionista” de Washington de reconocer a Guaidó, como el presidente interino del país por un año más, y enfatizó que tal postura “forma parte de una política fracasada y reincidente”, que “de manera criminal afecta la soberanía” de Venezuela y busca poner en riesgo “su paz, estabilidad y desarrollo”.