El embajador de Duque en Uruguay, procesaba la cocaína que vende su jefe, en un laboratorio que tenía en su finca familiar y lo pillaron.
El embajador de Colombia en Uruguay, Fernando Sanclemente, anunció su renuncia luego que el fiscal general, Francisco Barbosa, informó sobre su relación en un proceso de investigación sobre un laboratorio de cocaína que fue localizado en febrero del 2020 en una finca de su propiedad, ubicada en el municipio neogranadino Guasca, departamento de Cundinamarca.
En un comunicado que emitió el diplomático colombiano al mandatario Iván Duque explicó: “Ante las recientes declaraciones dadas por el señor fiscal (…) en las que anuncia su determinación de citarme y vincularme formalmente al proceso que se adelanta, se hace necesario marginarme de su administración y empeñarme a fondo en la defensa cerrada de nuestro buen nombre”, citó la agencia EFE.
El fiscal Barbosa estimó este domingo 5 de abril como “inadmisible” e “incomprensible” que se produzcan en los alrededores de Bogotá 1,8 toneladas de cocaína, por lo tanto manifestó que Sanclemente “tendrá que explicar qué es lo que estaba ocurriendo allá”.
El fiscal expresó a través de una entrevista en Noticias RCN que “va a ser citado y va ser vinculado (…) Aquí no hay privilegios ni privilegiados”.
Añadió que a Sanclemente le corresponderá defenderse ante la justicia. Ante lo expuesto, el diplomático aseguró este lunes que tiene la convicción de que será probada su “inocencia, transparencia y honorabilidad”.
El laboratorio del Embajador
En febrero de este año la Policía Nacional de Colombia encontró un laboratorio para el procesamiento de droga en una finca del municipio de Guasca, próximo a Bogotá, cuyos dueños son la familia del embajador neogranadino en Uruguay.
Según medios internacionales, el Ministerio de Relaciones Exteriores admitió los hechos en una misiva oficial e indicó que que unidades de estupefacientes efectuaron un allanamiento en el cual revisaron bodegas, pesebreras, oficinas y un bosque, donde “encontraron presuntamente drogas”.
El fiscal Barbosa detalló que durante el procedimiento se descubrieron siete toneladas de material para el procesamiento de cocaína y 10 kilos de droga.
No obstante, el funcionario colombiano afirmó que ni él ni sus parientes estaban vinculados con el cargamento descubierto en su propiedad.
De acuerdo con la reseña de EFE, y bajo información que ofreció la Cancillería en febrero, la finca “ha estado en manos de la familia del embajador Fernando Sanclemente Alzate desde hace 44 años”, donde existe “la cría de caballos de carrera, lechería y cría de ganado Angus, entre otros”.
Asimismo, la Cancillería agregó que en 1987 se fundó una corporación con la familia Spiwack y “cada una de las familias con el 50 % de la participación sobre la misma”.
La escandalosa noticia dejó entrever la grave situación en lo que, al parecer, se encuentran funcionarios del Gobierno con los asuntos de las drogas, el narcotráfico, entre otros. A propósito de lo mencionado, recientemente medios de comunicación informaron sobre el presunto financiamiento que recibió el presidente Iván Duque para su campaña -2018-, a través del desparecido –asesinado– ganadero, empresario, narcotraficante José Guillermo Hernández, alias “Ñeñe”.
En las redes sociales, portales, diarios nacionales e internacionales circularon fotografías y audios que forman parte de las supuestas pruebas de la relación entre Duque y “Neñe”. Sin embargo, no solo el mandatario está en ojo del huracán con estos señalamientos puesto que, también indicaron la cercanías del ganadero con el expresidente Álvaro Uribe, el excandidato presidencial Germán Vargas Lleras, el exfiscal general Néstor Humberto Martínez, el exembajador en Estados Unidos, Francisco Santos, el general Raúl Rodríguez, el general (r) Ricardo Restrepo, exsubdirector de la Policía Nacional y muchos personajes más, incluyendo el artístico.
“El “Ñeñe” Hernández se codeaba con la crema y nata de la sociedad política nacional, incluso con los altos mandos militares y de Policía”, publicó El País.
Aún con todas las acusaciones que encierran el círculo político colombiano y sus lazos con la droga, que no es de ahora, Estados Unidos se ha dedicado a poner en la mira es a Venezuela hasta calificarla como un narcoestado o un narcogobierno.
“La expresión de narcoestado, para mí, quiere decir un Estado cuyo Gobierno está formado o dominado por representantes de la industria de la droga ilícita, esa es la definición. Y digo yo que, en este momento, Venezuela se acerca a ese punto”, dijo en el 2017 el secretario de Estado adjunto de EE.UU. para la Seguridad y la Lucha Antinarcóticos, y embajador en el país caribeño entre 2004 y 2007, William Brownfield.
No obstante, su aliado Colombia, que es señalada por la misma Organización de Naciones Unidas como el mayor productor de cocaína en el mundo, no recibe este tipo ni de acusaciones, ni de calificativos por parte del mayor consumidor de droga, es decir el imperio gringo.
Para citar un ejemplo y según publicó AP: “La cantidad de tierra utilizada en Colombia para la cosecha de coca — utilizada para fabricar cocaína — permanece en un máximo histórico a pesar de la renovada campaña para erradicar la planta de forma manual, revelan nuevos datos de la Casa Blanca (…) el cultivo de coca alcanzó las 212.000 hectáreas el año pasado, un incremento de casi 2% respecto a las 208.000 hectáreas del año previo, según las cifras. La producción potencial de cocaína pura, en tanto, aumentó a 951 toneladas, un alza del 8%”.
Asimismo, indica que alrededor de 2 millones de personas en Estados Unidos usaron cocaína en 2018, “un incremento de 42% respecto a 2011, según la Encuesta Nacional sobre el Consumo de Drogas y la Salud. El número de muertes en el país por sobredosis de cocaína más que se triplicó entre 2012 y 2018, revelaron datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades”.
En la actualidad Venezuela es asediada por el país del Norte bajo una falsa fachada de lucha contra el narcotráfico en el Caribe, no obstante, ¿por qué Colombia si cuenta con más de 5 bases gringas, tecnología, radares, no ha logrado erradicar, ni disminuir la producción de cocaína en su territorio? ¿Y por qué Estados Unidos con una supuesta bandera de lucha contra el narcotráfico no actúa en donde se origina el gran problema?
Redacción Lechuguinos-LaIguana.TV