A sabiendas de que la orden de embargo recaería sobre los activos de El Nacional ante su negativa de cancelar la compensación por daño moral contra Diosdado Cabello, el director de este medio de desinformación Miguel Henrique Otero ordenó saquear todo el mobiliario, al punto de llevarse hasta las alfombras.

Tal y como lo reflejan las imágenes que se muestran, en la sede del extinto impreso el desvalijo alcanzó todos los rincones dejando solo las huellas de lo que fueron una sala de redacción, oficinas y la rotativa.

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Demostrando su inexistente afinidad ideológica, ética, moral e intelectual con respecto a su padre Miguel Otero Silva y con el poeta chileno Pablo Neruda, fueron estas las únicas imágenes que dejaron a ras de suelo de lo que era parte de una galería extensa de importantes piezas que poseía la sede.

Dando cuenta de su talante estafador por el que fue acusado en diversas ocasiones por antiguos dirigentes de la cuarta república y por actuales voceros de la derecha, llevó a cabo el alquiler de varios espacios a personas a los que engañó señalando la imposibilidad del embargo y a quienes cobró por adelantado.

El estado de deterioro de esta edificación tal y como se evidencia en las imágenes contrasta con la opulencia con la que este sicario de la información vive autoexiliado en España recibiendo financiamiento por parte de organismos de Estados Unidos, por promover campañas como la orquestada contra el primer vicepresidente del Psuv con el apoyo del Departamento de Estado y de la mediática de extrema derecha de Madrid y Miami.

A continuación las imágenes de esta acción vandálica:

Con El Mazo Dando