El Ejército de Colombia admitió el abuso sexual por parte de oficiales a una menor de edad indígena en el departamento de Guaviare.
Por medio de un comunicado, el Comando de la Vigésima Segunda Brigada de Selva, Unidad adscrita a la Cuarta División, lamentó el hecho, ocurrido el pasado mes de septiembre de 2019, al tiempo que añadió que el Batallón de Infantería No. 19 general Joaquín París, tan pronto tuvo conocimiento de lo ocurrido, supuestamente inició la indagación disciplinaria, para sancionar a los involucrados en el abuso sexual.
En tal sentido, fue verificada por la Procuraduría Regional del Guaviare a comienzos del presente año y esa instancia, en el ejercicio de poder preferente, solicitó realizar el proceso, el cual se encuentra en trámite de entrega.
Asimismo, precisó en cuanto a la investigación penal que los hechos son conocidos por la Fiscalía de San José del Guaviare. Igualmente, aseguró que contribuyen con los requerimientos de las autoridades judiciales y entidades de control, en el desarrollo de sus investigaciones y procedimientos.
Por su parte, el Comando manifestó su repudio y rechazo a este tipo de hechos por lo cual en el desarrollo de las investigaciones afirmó que adoptarán de forma inmediata las acciones necesarias, con la mayor severidad y conforme a la ley.
En este sentido, el nuevo escándalo por abusos sexuales contra menores de pueblos indígenas en Colombia salió a la luz pública hoy tras la revelación realizada por Ariel Ávila, subdirector del diario Pares de la Fundación Paz y Reconciliación.
Se trata de niña indígena de 15 años, perteneciente a la comunidad nukak makú quien fue secuestrada y abusada sexualmente por un grupo de militares del Batallón Joaquín París, en la región del Guaviare.
De acuerdo con las revelaciones de Ávila, también columnista de la revista Semana, se trataría de un caso de esclavitud sexual, de acuerdo con lo relatado por la propia niña. La semana pasada, el pueblo ancestral embera katío en el departamento de Risaralda denunció que una niña de 12 años fue secuestrada y violada por siete soldados del ejército de Colombia.