Esta semana fue divulgado un estudio originalmente publicado por el diario británico Daily Maverick (o Declassified-UK), en el que se menciona un contrato millonario entre el Reino Unido y algunas empresas de comunicación nacionales como la página digital venezolana Efecto Cocuyo y el Instituto Radiofónico Fe y Alegría, así como con el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP).
De acuerdo a los reportes, el gobierno británico financió de forma ilegal a estas instituciones bajo un nuevo proyecto de promoción del «periodismo de investigación» en América Latina, que cubre -según Daily Maverick- «furtivamente a Venezuela».
Este proyecto del país europeo está destinado, según los portales de prensa, a «influir en la agenda de los medios en el país», y forma parte de la lista de programas que utilizan al periodismo de «medios independientes» como herramienta de dominio social.
«El objetivo del nuevo proyecto de periodismo del fondo es la creación de una nueva plataforma que fortalezca la organización de los medio en toda la región y proporcione a los periodistas una plataforma en la que puedan colaborar y construir historias regionales», cita un documento de la Fundación Westminster para la Democracia (WFD), que ha gastado «más de 750.000 libras esterlinas» (1.020.750 dólares) para subvertir la democracia en Venezuela desde 2016.
Este nuevo hallazgo podría engrosar la lista de intromisiones de gobiernos extranjeros en la política interna del país y formar parte del expediente de denuncias que sobre los medios de comunicación que han recibido financiamiento en las últimas dos décadas con el fin de generar las operaciones de conspiración y desinformación.
La tarea de financiar el contexto de «guerra no convencional» contra Venezuela lo encabeza el Departamento de Estado de los EEUU, que busca fortalecer una de las armas más poderosas contra el chavismo. Los nombres de las organizaciones extranjeras específicas que reciben estos fondos ya no son secretos de Estado.
En mayo de 2014, un informe publicado por un denominado think-tank europeo de centroderecha llamado Fride, reveló la financiación estadounidense del periodismo venezolano desde 2002. Estos documentos desclasificados y luego eliminados de los sitios web develaron que los Estados Unidos habían invertido entre tres y seis millones de dólares cada año en «pequeños proyectos ONG´s» promotores de la comunicación.
Vale recordar las revelaciones del año 2010-2011 sobre los documentos desclasificados de WikiLeaks y las denuncias de la periodista Eva Golinger, sobre 150 periodistas que fueron entrenados por agencias estadounidenses y las 25 páginas web que fueron financiadas en Venezuela con el dinero extranjero.
Espacio Público y el Instituto Prensa y Sociedad (IPYS) fueron los principales ejecutores de proyecto, que incluyó el otorgamiento de premios de 25 mil dólares a varios comunicadores sociales, así como, la entrega de recursos a plataformas de medios por el orden de los cuatro millones de dólares, por parte de la Fundación Panamericana para el Desarrollo (PADF, por sus siglas en inglés), Freedom House y Agencia del Desarrollo Internacional de Estados Unidos (Usaid).
De esto, destaca el programa de la PADF, el cual recibió millones de dólares del Departamento de Estado en el 2007 dedicados al «desarrollo de los medios independientes en Venezuela» y al periodismo por las «vías tecnologías innovadoras».
Según datos aportados por una investigación publicada por el portal Misión Verdad, una de las metas para la Justificación Presupuestaria del Congreso (o CBJ, por sus siglas en inglés), era financiar «medios independientes, libres y profesionales, potenciados y aumentados», que durante 15 años recibieron financiamiento por el orden de 14 millones en 2009, hasta descender a 5.1 millones de dólares en 2016.
«La aparición de nuevos medios digitales, así como el fortalecimiento de otros ya existentes cuyo despliegue sigue siendo notorio y creciente dentro de las redes sociales, como El Pitazo, Caraota Digital, Efecto Cocuyo y El Estímulo, todos, en menor o mayor medida, utilizando la coartada de ser medios independientes», refirió Misión Verdad en el año 2017.