Estados Unidos reconoce la elevada capacidad defensiva y disuasoria del programa de misiles de Irán, una fortalece del país persa.
“El programa de misiles balísticos de Irán ha mejorado en los últimos años”, señaló el lunes el portavoz del Departamento de Defensa estadounidense (el Pentágono), John Kirby, en una conferencia de prensa.
El funcionario estadounidense consideró la capacidad de misiles la República Islámica como una “amenaza para los intereses de seguridad” de Washington y sus socios.
Alarmado por la alta capacidad militar de Irán, Kirby anunció que Washington “se asegurará de tener las capacidades que necesita para defender sus intereses en la región y ayudar a nuestros aliados y socios a hacer lo mismo”.
Por su parte, el jefe del Comando Central de EE.UU. (Centcom, por sus siglas en inglés), el general Kenneth F. McKenzie, admitió a finales de noviembre que los misiles iraníes tienen una capacidad probada para alcanzar objetivos con precisión.
De hecho, esa realidad se hizo patente para los estadounidenses tras el ataque con misiles que realizó Irán en enero de 2020 contra la base estadounidense Ain Al-Asad en el oeste de Irak, en respuesta al asesinato del teniente general Qasem Soleimani, comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán.
Irán asegura que, en el campo de los misiles, está al nivel de países con tecnología avanzada en esta materia. Efectivamente, el país persa ha obtenido en los últimos años avances considerables en la industria defensiva, en particular en la producción y operación de aviones y misiles, y ha alcanzado la autosuficiencia en la fabricación de numerosos equipos y sistemas militares.
El aumento del poderío de Irán desafía la política de sanciones de Estados Unidos que no ha podido cerrar paso a los avances de la nación persa en diversos campos.