El gobierno de Trump ha tomado la decisión de “debatir” las sanciones contra funcionarios venezolanos a través de un embargo petrolero en retaliación al proceso electoral que se organiza en Venezuela, medida que afectaría a todo el pueblo
Para sacar al presidente Nicolás Maduro del poder, cuatro instancias del gobierno gringo estudian un embargo petrolero completo, que prohíbe la venta de crudo en ese país, o el bloqueo en la venta de productos estadounidenses que provengan del petróleo venezolano.
“El mensaje es que seguiremos aumentando la presión hasta que el régimen de Maduro sea eliminado y la democracia vuelva a Venezuela”, dijo un alto funcionario del gobierno estadounidense.
Entre las propuestas también está sancionar a al primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello, para estrangular la institucionalidad del chavismo.
Entre los puntos económicos significativos que pretende afectar Trump con el abanico de sanciones, está la posibilidad de adueñase de las reservas de crudo en Estados Unidos para ayudar a aliviar el impacto. Es decir, se propone repartir las reservas (700 millones de barriles), entre aliados regionales de EE.UU. y empresas afectadas por el embargo.
“Como ya iban a venderla, pueden usar ese petróleo para [entregarlo a] las refinerías que sufran debido a un embargo petrolero a Venezuela”, dijo Russ Dallen, socio gerente del banco de inversión Caracas Capital Markets.
Así pues, se evidencia que la retórica guerrerista de Trump va más allá de afectar a los funcionarios del gobierno que lleva Nicolás Maduro, también se llevará por delante a todos y cada uno de los ciudadanos que viven en Venezuela.
A pesar de esta situación, existen políticos venezolanos que irresponsablemente imploran que se ejecuten estas sanciones, para luego ir con un discurso inmoral y quejarse de la escasez que existe en el país.
Redacción Lechuguinos