Dirigentes opositores usan la mentira y la manipulación como armas de guerra para inculpar al gobierno de delitos que cometen ellos mismos
Los dirigentes opositores no cesan en su intención de preparar el terreno y justificar una posible intervención de Estados Unidos, por lo que se valen de la mentira y la manipulación utilizadas como armas de guerra, para influenciar en la opinión pública internacional.
Así se mueve la derecha en estos momentos en que el caos y los incendios se han convertido en bandera de su lucha, y en donde cada muerto lo asumen con una indolente felicidad pues se convierten en símbolos de su lucha. Así lo han demostrado los dirigentes opositores quienes, ante el reciente crimen del jóven Paúl Moreno, sin hipótesis policiales ni investigaciones, acusaron directamente al Presidente Nicolás Maduro, buscando inculparlo para convertir esa mentira en la razón ideal para, internacionalemente vender al gobierno venezolano como una dictadura.
Para desgracia de estos fascistas que lideran a la más fracasada oposición venezolana, se pudo confirmar la identidad de los asesinos que le robaron la vida a Moreno, siendo estos ya confesos de su crimen y quienes fueron identificados como Omar Barrios y Lyz Hernández. Los culpables ya se encuentran detenidos.
Estos dirigentes opositores, quienes no plantearon hipótesis policial sino acusación directa al Presidente por la muerte de Paul Moreno fracasaron en su intento luego de la confesión de los verdaderos asesinos. Este tipo de acusaciones temerarias son recurrentes en políticos y medios frente a los efectos de violencia que ellos mismos alientan.
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Redacción Lechuguinos