Luego de la designación del nuevo CNE, Guaidó quedó contras las cuerdas y lo obligó a acercare al Gobierno, dijo Luis Vicente León.
El presidente de la firma encuestadora Datanálisis, Luis Vicente León, mediante su cuenta en la red social Twitter, aseguró que la decisión “autónoma” de un sector de la derecha venezolana de acordar con el Gobierno mejoras en las condiciones electorales, así como la incorporación de “opositores pura sangre” en la directiva del Consejo Nacional Electoral (CNE), obligó al dirigente ultraderechista Juan Guaidó a abandonar su estrategia inicial de rechazar cualquier negociación con el presidente de la República, Nicolás Maduro.
El analista señaló que es “perfectamente racional” la decisión de Guaidó, pues tanto el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, así como la Unión Europea (UE), han visto de buena manera el gesto de Maduro. Indicó que el exdiputado no puede bloquear la negociación entre las partes en Venezuela, pues no cuenta con una opción alternativa.
“Parece evidente que la decisión autónoma de Capriles y otros opositores de negociar mejoras en condiciones electorales e incorporación de opositores pura sangre en CNE, obligó a Guaidó a abandonar su estrategia inicial de rechazar cualquier negociación con Maduro”, destacó León.
“Es perfectamente racional su decisión, considerando que la respuesta inmediata de Europa e, incluso, la administración Biden fue receptiva al gesto de Maduro en esa negociación. Para Guaidó sería muy difícil bloquear una negociación sin tener alguna opción alternativa (que no hay)”, acotó.
Ante este panorama y frente al “éxito de sus adversarios internos circunstanciales”, el dirigente habría decidido “triangular políticamente el problema abriéndose a la negociación directa con Maduro”. “Un avance importante porque lo otro es pulverizante”, afirmó el economista.
El presidente de Datanálisis insistió en que la estrategia de ignorar al adversario no es buena idea. Destacó que “la única manera de avanzar (aunque sea muy lentamente) es negociar con el adversario”.
“Lo que también ocurrirá, sin la menor duda, es que la oposición institucional se verá obligada a negociar con la dirigencia regional de sus propios partidos (y su líder natural) proclives a la elección de gobernadores y alcaldes, pues de lo contrario perderán el control del proceso”, subrayó el también profesor universitario.
“El segundo aprendizaje, que se hubiera podido tener hace tiempo leyendo cualquier libro básico de negociaciones, es que no puedes exigir un todo o nada, ni esperar que tu adversario salga peor de como estaba (conflicto existencial), pues el escenario de éxito es vacío”, agregó.
Según León, la única manera de que una negociación de este tipo avance es midiendo exactamente tu poder de negociación y el del adversario. Precisó que también se debe calibrar muy bien qué se puede lograr y qué no. “Si sobredimensionas tus expectativas lo único que obtendrás es frustración”, aseveró.
“En una medición de fuerzas de las partes en conflicto, resulta evidente que Maduro estará dispuesto a ceder algunas cosas para obtener otras que valen más para él: cierto reconocimiento y flexibilización de sanciones, rescate de la relación con Europa, vía de contacto con USA”, continuó el analista.
León, en este sentido, recalcó que el jefe de Estado venezolano nunca estaría dispuesto a entregar su cabeza. “Eso sería una decisión irracional”, aseguró.
El economista insistió en que la pregunta que ambas partes deben formularse es hasta dónde puede llegar esa negociación. Destacó que hoy día Guaidó no tiene poder de negociación para pedirlo todo.
“Guaidó parte pidiendo todo y Maduro ofreciendo nada, si ese es el requerimiento. ¿Está Guaidó preparado para entender que no tiene poder de negociación para pedir todo y estará dispuesto a ceder hacia acuerdos parciales?”, se preguntó León.
«¿O en realidad Guaidó sabe que Maduro no entregará su poder y lo pide como un mecanismo de subterfugio para mantener su rechazo a cualquier negociación con él, pero sin el costo perceptual de negarse públicamente?”, escribió en otro tuit.
El opinador señaló que otras preguntas que se deben formular son las siguientes:
1-¿Qué papel jugará USA frente a la oposición?
2-¿Realmente USA va acompañando la posición de Guaidó de no negociar nada menos que una elección presidencial (innegociable) o terminará presionando a Guaidó a avanzar en negociaciones puntuales para destrabar el juego?
3-¿Qué rol jugarán los líderes opositores que han avanzado presionando la participación en regionales (con apoyo internacional)?
4-¿Se apartarán y entregarán el mando a Guaidó para que dirija la negociación o estamos realmente frente al capítulo final de la lucha interna?
5-¿Cuáles son las sanciones que USA considera realmente potentes para presionar la negociación y pondrá sobre la mesa como zanahorias?
“Sea cual sea la estrategia, está claro que en una negociación no se pueden usar dramas humanitarios como mecanismo de presión. USA no va a entregar sanciones sin el debido ‘quid pro quo’. Es normal. Pero la comida, medicina y combustible no pueden estar éticamente en esa lista”, concluyó León.
Lo que también ocurrirá, sin la menor duda, es que la oposición institucional se verá obligada a negociar con la dirigencia regional de sus propios partidos (y su líder natural) proclives a la elección de gob y alcaldes, pues de lo contrario perderán el control del proceso.
— Luis Vicente Leon (@luisvicenteleon) May 13, 2021
La única manera de que una negociación de este tipo avance es medir exactamente tu poder de negociación y el del adversario y calibrar muy bien que puedes lograr con tu fuerza y que no, pues si sobredimensionas tus expectativas, lo único que obtendrás es frustración.
— Luis Vicente Leon (@luisvicenteleon) May 13, 2021
Pero a cambio de eso NUNCA estaría dispuesto a entregar su cabeza. Eso sería una decisión irracional. Cómo resulta obvio, una elección presidencial competitiva antes del 2024, teniendo Maduro 11% de aceptación es equivalente a entregar el poder. La probabilidad ahí es cero.
— Luis Vicente Leon (@luisvicenteleon) May 13, 2021
Es perfectamente racional su decisión, considerando que la respuesta inmediata de Europa e incluso la administración Biden fue receptiva al gesto de Maduro en esa negociación. Para Guaidó sería muy difícil bloquear una negociación sin tener alguna opción alternativa (que no hay).
— Luis Vicente Leon (@luisvicenteleon) May 13, 2021
La pregunta es hasta dónde puede llegar esa negociación. Guaidó parte pidiendo todo y Maduro ofreciendo nada, si ese es el requerimiento. ¿Está Guaidó preparado para entender que no tiene poder de negociación para pedir todo y estará dispuesto a ceder hacia acuerdos parciales?
— Luis Vicente Leon (@luisvicenteleon) May 13, 2021
La otra pregunta es ¿qué papel jugará USA frente a la oposición? Realmente va acompañando la posición de Guaidó de no negociar nada menos que una elección presidencial (innegociable) o terminará presionando a Guaidó a avanzar en negociaciones puntuales para destrabar el juego?
— Luis Vicente Leon (@luisvicenteleon) May 13, 2021
Y finalmente, cuáles son las sanciones que USA considera realmente potentes para presionar la negociación y pondrá sobre la mesa como zanahorias?
— Luis Vicente Leon (@luisvicenteleon) May 13, 2021