La alcaldesa de Maracaibo, Eveling Trejo de Rosales, no se cansa de repetir que su esposo, el gran filósofo del Zulia, Manuel Rosales es nada más y nada menos que un “perseguido y preso político”. ¿Será que la señora piensa que de tanto repetir se convertirá en verdad? Hay pruebas irrefutables de que este señor es un corrupto más de los de ese combo de la oposición venezolana.
La inocente palomita a quien Trejo defiende, es el mismo que con dinero del fondo público compró fincas, agropecuarias, casas, vehículos y hasta hizo regalitos bien cariñosos a miembros de la mal llamada MUD, entre los beneficiados por Rosales están Stalin González y Enrique Márquez, ambos actuales diputados de la Asamblea adeco-burguesa.
Redacción Lechuguinos